Durante el próximo Festival de Cannes se estrenará (a modo de homenaje y fuera de competencia) Indiana Jones y el Dial del Destino, la última película del personaje protagonizada (como los cuatro largos anteriores y desde 1981) por Harrison Ford, aunque Steven Spielberg solo aparece en este caso como productor (el realizador es James Mangold, responsable de Logan y Contra lo imposible).

Pero, al mismo tiempo, se sabe que Disney tiene en desarrollo una serie sobre el arqueólogo aventurero y la pregunta de la industria consistía en cuál sería el grado de intervención del actor en el proyecto.

Misterio revelado: ninguno. "Esta es la última película de Indiana Jones en el cine y la última vez que interpretaré al personaje", declaró Ford, de 80 años. Ya se había expresado en los mismos términos a finales del año pasado, pero la pregunta volvió a dar vueltas por el aire cuando se reactivaron los rumores sobre el desarrollo de la serie.

Ahora bien: Indiana Jones es una de las dos marcas "reales" que Disney sumó al quedarse con Lucasfilms, el estudio creado por George Lucas. La otra es Star Wars, sobre la que se desarrollan todos los años varios productos. Y hay una tercera, Willow, que tuvo una serie a finales de 2022 pero cuya segunda temporada fue cancelada.

Disney, en realidad, no compró Lucasfilms "solo" por estas marcas sino porque bajo el paraguas figura Industrial Light and Magic, la empresa más importante de desarrollo de efectos especiales y una herramienta gigante dado el tipo de producciones audiovisuales que propone la casa de Mickey Mouse. Además, Industrial Light and Magic provee tecnología y efectos especiales a casi todo el negocio de Hollywood. No todo es películas en esta vida.

En cuanto a "una serie de Indiana Jones", ya existió entre 1994 y 1996 y narraba cómo el joven arqueólogo llegaba a ser el personaje que todos conocen en el cine. La tira, que tuvo difusión en nuestro país (la pasaba Canal 13 los domingos por la noche) fue protagonizada por Corey Carrier y Sean Patrick Flanery como Indiana en diferentes edades. Pero se canceló básicamente porque el costo de producción era enorme.

Ese problema actualmente desapareció gracias al desarrollo de entornos virtuales y efectos digitales casi perfectos (es lo que hace que The Mandalorian se produzca a buena velocidad). Sin embargo, el desarrollo de una serie de este tipo choca con un problema casi insoluble: Indiana Jones es Harrison Ford y cabe la posibilidad de que el público no acepte otra versión. Sucedió con Solo, el único gran fracaso de la franquicia Star Wars, un filme basado en la juventud de otro personaje que siempre fue, también, de Harrison Ford.