Estreno en Netflix

Las maldiciones: familia y política en un relato con aire de Western

La nueva serie de Burman, con Leonardo Sbaraglia y Gustavo Bassani, está basada en una novela de Claudia Piñeiro. Negocios, lazos de sangre y poder.

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"Los padres somos una maldición para los hijos", dice Fernando Rovira (Leo Sbaragia). Sus palabras flotan entre el viento polvoroso del norte y resuenan en el eco de la puna. Es el gobernador de la provincia y su historia familiar creció torcida y enroscada junto a la trayectoria de su ascenso político. Es tiempo de encrucijadas del destino en ese paraje de caminos desdibujados y noches frías.

Las maldiciones llega al catálogo de Netflix este viernes 12 de septiembre. La miniserie -de apenas 3 episodios, ideal para quienes buscan propuestas cortas- está dirigida por Daniel Burman y Martín Hodara, basada en la novela homónima de Claudia Piñeiro, y protagonizada por Leonardo Sbaraglia, Gustavo Bassani, Alejandra Flechner, Monna Antonópulos y Francesca Varela.

Es otro de los estrenos para celebrar ya que forman parte de la producción hecha en Argentina, como los recientes éxitos de En el barro, Envidiosa, El Eternauta, División Palermo y, en otras plataformas, Menem o Viudas Negras. También marca la continuidad de la provechosa colaboración de Netflix con la escritora Claudia Piñeiro, de la que nacieron la serie El reino y la película Elena Sabe, entre otras.

En este caso se trata de una novela del año 2017. Según comentaron a la prensa desde el proyecto, la adaptación tiene varios elementos distantes de la obra original. En la tira, la acción transcurre en el norte de Argentina (no se menciona en qué provincia). La acción se desata cuando el  hombre de confianza del gobernador,  Román Sabaté (Bassani, quien ya trabajó con Burman en la muy buena tira Iosi, el espía arrepentido), secuestra a su hija durante la votación de una importante ley sobre la explotación del litio. Cuando se descubren sus intenciones, emerge a la luz una trama secreta urdida durante 13 años. Los lazos familiares, los negocios y la ambición política se entrelazan endemoniados.

Antonópulos (como la mujer del gobernador), Flechner (la madre) y Varela (la hija, Zoe) integran el afilado elenco central de la serie.

Hay algo interesante en el tono que esboza un western apoyado en los bellísimos paisajes de esa región norteña. En algunas escenas, las encrucijadas morales se despliegan en enfrentamientos propios de ese género, con personajes que sostienen miradas, silencios prolongados, amenazas y decisiones tajantes.

 

Es una serie que maneja un tiempo distinto al de otras series: se siente más bien como una película larga, no da tanto recorrido al despliegue de los personajes, algunos de los cuales son muy interesantes. Deja una sensación de poco aunque el guion es redondo.

Una historia sobre opacidades de la política, secretos enterrados en el desierto y vidas resistentes como un cactus que sabe cuando pinchar.