Naturaleza de pesadilla: el bosque narrado como película de terror

Original docuserie narrada por MayaHawke que le da una vuelta de tuerca a las producciones sobre elmundo animal.

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Un apasible bosque selvático no es tan tranquilo después de todo. Todos son presas y cazadores en la naturaleza y a cada paso hay un peligro, especialmente para los más animalitos más jóvenes y débiles. Encontrar desayuno puede ser una verdadera pesadilla sangrienta para una rana toro de 3 años. Igual que independizarse para un mapache que está aprendiendo a cazar y a robar huevos. Tampoco es fácil la vida para una ratoncita embarazada. Los árboles tienen ojos, las aguas ocultan peligros y la salida del sol anuncia un nuevo día de lucha por la supervivencia.

Netflix acaba de estrenar en su plataforma una miniserie sobre vida salvaje que es, como mínimo, original. De la cruza de los documentales sobre el mundo de la fauna y los recursos del género de terror surge un producto fascinante. Con intriga, tensión dramática y más de un susto, sigue las peripecias de distintos animales que buscan comida y refugio cotidiano.

Los episodios están narrados en off con mucha gracia por Maya Hawke (Stranger Things). El tono del relato deambula entre el suspenso, la ternura y el comentario irónico acerca de las crueldades de ese universo natural. Por supuesto, también hay contenido informativo, el toque didáctico que no puede faltar en este tipo de documentales donde abundan los datos curiosos.

Detrás de la miniserie está Blumhouse, una productora de cine y televisión estadounidense fundada por Jason Blum y especializada en películas de terror con bajos presupuestos y altos retornos de inversión. Es responsable de éxitos como Actividad Paranormal, Déjame Salir, Cinco Noches en Freddy's y las franquicias de Halloween y El Conjuro. En definitiva, todo un referente en el mundo del terror.

 

Se estrenaron 3 capítulos, protagonizados por una rana, un mapache y una ratoncita. Con enemigos malvados como el buho, el cocodrilo, otras ranas más grandes y caníbales, serpientes transformistas y, por supuesto, el ser humano.

Así, por ejemplo, la muerte de la familia de una rana se convierte en una masacre sangrienta y una cabaña abandonada en el bosque, bueno sigue siendo una terrorífica cabaña abandonada en el bosque: un error para quien la visite. En esa casa de madera convergen las historias de los pequeños protagonistas del mundo animal, cuyos relatos se van intercalando con todos los resortes propios de la ficción. Pero es realidad, naturaleza deslumbrante, en su costado siniestro, y mucha edición.

La primera entrega de la serie se titula precisamente "Cabaña en el Bosque" y está ambientada en América del norte, en Nueva Inglaterra. La segunda, que se estrena a fin de mes, se llama " Perdidos en la Jungla"  y transcurre en Centroamérica, en Costa Rica. Según la descripción de la serie, ese lugar tiene "formas de morir más creativas que cualquier otro lugar de la Tierra".

Quienes suelen ver programas de Animal Planet en sus noches de insomnio tal vez no encuentren en esta tira el mejor recurso para llamar al sueño pero sí a las pesadillas.