ENFOQUE

Las Leliq y su impacto en el déficit fiscal total

Guillermomoreno

Oportunamente, en "Bitácora del fracaso" (BAE Negocios, 15/04/2019) se desarrolló cómo la administración Cambiemos, desde sus inicios, gestó una condición de "atrapado sin salida", ya que:

  • generó una inconsistencia sistémica entre la política fiscal y la monetaria,
  • disminuyó, ostensiblemente, el poder adquisitivo de los ingresos populares (jubilaciones, pensiones y salarios de los trabajadores, entre otros) al devaluar un 60% la moneda, quitar casi todas las "retenciones" sobre las exportaciones de productos primarios e incrementar (sin el correspondiente estudio de costos que lo justificara) las tarifas de los servicios públicos
  •  incurrió en una desacertada estrategia de apertura comercial irrestricta, generando una desprotección, en el mercado doméstico, para las empresas nacionales
  • pretendió subsanar la recesión generada (por la disminución de la demanda) con un incremento exponencial de las erogaciones públicas. Así, recaudando menos (al deteriorarse el nivel de actividad) y gastando más, comenzó el sendero tanto de duplicación del déficit fiscal primario como de endeudamiento externo (privado) para su financiación
  • espiralizó el déficit cuasifiscal (1) al aumentar la cantidad de Lebac (2), que devengaban interés, volcadas al mercado para esterilizar la emisión monetaria derivada de la deuda en dólares que necesitaba intercambiarse por pesos para "cumplir" los gastos corrientes.

Ahora bien, imprimir billetes y luego sacarlos de circulación no solo acarrea el costo de su impresión sino también la tasa de interés que se le debe pagar al poseedor, persona física o jurídica, para que entregue transitoriamente su posesión.

Sin embargo, para el actual Directorio del Banco Central de la República Argentina, el "festival de Letras" es un hecho virtuoso y digno de ser ponderado, tal como fue públicamente sostenido en el comunicado del 3 de octubre intitulado "Leliq, ¿porblema u oportunidad?, donde, sesgando la realidad, se afirma que "las entidades financieras cuentan con un total de depósitos de $35 billones. De ellos, $18 billones son colocaciones a plazo fijo. A su vez, los préstamos al sector privado se ubican en los $12 billones". Esta diferencia expresa el desbalance entre la capacidad prestable y la demanda efectiva de crédito.

A los efectos de canalizar los excedentes de liquidez y evitar que afecten negativamente las tasas de interés, en especial las pasivas (plazos fijos), el Banco Central interviene absorbiendo la diferencia a través de las Leliq, que alcanzan los $15 billones (3).

La tasa de interés que el Banco Central paga por las Leliq remunera a los bancos que están obligados a abonarle a los ahorristas y a las empresas tasas mínimas determinadas por la propia autoridad monetaria. De esta manera se busca preservar el valor relativo del ahorro. La forma virtuosa de resolver el desbalance entre la capacidad prestable del sistema bancario y la demanda de crédito, es que el ahorro de las familias y de las empresas, se canalice hacia la inversión productivaà

Asimilar la remuneración a las Leliq al déficit fiscal es un error que puede conducir a políticas equivocadas, impidiendo la futura aplicación del ahorro local en la inversión productiva y en el financiamiento del consumo."

Resulta evidente, por violentar hasta el sentido común, que lo ut supra señalado por la entidad autárquica es una barrabasada.

Por lo tanto...

No hay oportunidad alguna, solo problemas

Es obvio que el exceso de capacidad prestable del sistema financiero no es producto del sector privado sino de la creación de dinero desde el Banco Central, que es quien tiene la potestad para hacerlo.

De este modo, seguiría una política contradictoria. Voluntariamente, facilitaría que esos plazos fijos se constituyan y, luego, los absorba a través de las Leliq, con el costo que eso representa.

La realidad, única verdad, es: el stock de Letras (y el costo extraordinario asociado) se vincula con la política asumida por el Banco Central como propia de absorber la emisión monetaria creada para financiar el déficit del Tesoro o de compensar la entrada de capital financiero especulativo, tal como ocurrió en los primeros tiempos del gobierno anterior.

La situación ha llegado a un extremo tal que es el propio abono de los intereses de este instrumento el que se ha convertido en la principal fuente de incremento de medios de pago, que debido a la reiteración del mecanismo de absorción impulsa continuamente el stock de estos papeles.

En síntesis, las Leliq representan una deuda de la autoridad monetaria contraída con el sector privado, y los intereses devengados siginifican una pérdida en el resultados de su balance, denominado "déficit cuasifiscal", para diferenciarlo de aquel en que incurre su propietario: la Secretaría de Hacienda del Ministerio de Economía.

¿Hay solución? ¡Sin dudas!

De la misma manera en que, dentro de la economía doméstica, la armonía entre el capital y el trabajo se encuentra en las negociaciones paritarias, o en la administración del comercio tanto interior como exterior "dialogando" con los decisores empresariales, la resolución de la problemática expuesta debe estar precedida de una "plática" entre la autoridad económica y los banqueros. Estos últimos son los conocedores de qué tipo de depósitos son los que generaron el procedimiento de esterilización a través del instrumento en cuestión.

Si deviene de imposiciones familiares a corto plazo se debe monetizar su devolución; pero si, por el contrario, la deuda del banco comercial o de inversión es a mediano y largo plazo, ya que su cliente presenta características institucionales (fondos de inversión, compañías de seguros, grupos económicos, etcétera), la conversión podría ser con un bono del Tesoro.

Según los análisis preliminares, sería necesario honrar un tercio del total en efectivo, pudiendo el mercado absorber dicha emisión si se inicia un proceso de intensa reactivación económica.

Por lo tanto, como ya se expuso en "La Economía se arreglamos entre todos o nadie lo hace (Parte IV)" (BAE Negocios, 05/12/2022), solo un Modelo de Desarrollo Económico Permanente y Sustentable (Modepys), con orientación a la producción, podría "desactivar" la "bomba de las Leliq" y minimizar el conflicto.

 

Lic. Guillermo Moreno

Lic. Pablo Challú

Lic. Walter Romero

Agradecemos la colaboración de Roberto Nuesch

 

1- Se define como déficit cuasifiscal el saldo negativo entre los intereses cobrados y los pagados por el Banco Central de la República Argentina.

2- Tanto las Lebac como las Leliq registran históricos antecedentes, siendo el principal la cuenta de regulación monetaria, creada el 6 de mayo de 1977 a través de la ley 21.572, durante la gestión de José Alfredo Martínez de Hoz como ministro de Economía y de Adolfo Diz como presidente del Banco Central de la República Argentina

3- Cifras vigentes, al día de la publicación, del comunicado del Banco Central de la República Argentina.

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