El 2024 fue un año de contrastes para las pequeñas y medianas empresas argentinas. Si bien diciembre arrojó un crecimiento interanual del 7,3%, la realidad es que el sector cerró el año con una contracción acumulada del 9,8%. Un dato que enciende las alarmas y pone de manifiesto las dificultades que enfrentan las pymes en un contexto económico complejo.

Según el último informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), todos los sectores relevados presentaron variaciones positivas en el último mes del año. Sin embargo, este repunte no alcanza para disimular la profunda crisis que atravesó la industria durante gran parte del año.

"El 2024 empezó con caídas de dos dígitos y luego, más hacia la segunda mitad del año, se comenzaron a observar bajas interanuales menos pronunciadas", explicó un vocero de CAME. La inflación, la devaluación y la falta de acceso al crédito durante la primera parte del año fueron algunos de los factores que más impactaron en la actividad de las pymes.

Si bien el sector de madera y muebles fue uno de los más destacados en diciembre, con un crecimiento interanual del 18,1%, otros como alimentos y bebidas y químicos y plásticos sufrieron caídas del 12,3% y 12,2%, respectivamente.

"Los costos de producción se mantuvieron altos, y aunque la inflación mostró una baja, los precios de insumos clave como la harina continuaron subiendo", señaló un empresario del sector de alimentos.

A pesar de las dificultades, las pymes mostraron una gran capacidad de adaptación y resiliencia. Muchos empresarios apostaron a la innovación y a la diversificación de sus productos y servicios para enfrentar los desafíos.

Sin embargo, la incertidumbre sigue siendo la principal preocupación del sector. La falta de políticas públicas claras y la inestabilidad económica generan un clima de desconfianza que dificulta la planificación a largo plazo.

Las pymes argentinas inician un nuevo año con una serie de desafíos por delante. La inflación, la devaluación y la falta de acceso al crédito continúan siendo los principales obstáculos. Además, la competencia de las grandes empresas y las importaciones sigue siendo una amenaza para su supervivencia.

Para superar estos desafíos, las pymes necesitarán contar con políticas públicas que promuevan la producción nacional y la inversión. También será fundamental que las empresas se adapten a los nuevos desafíos del mercado, como la digitalización y la sostenibilidad.