El dólar cae en picada en el mundo y el peso argentino anda a contramano
Mientras las principales monedas se fortalecen frente al dólar, el peso argentino se depreció 15% en lo que va del año, en medio de un nuevo régimen cambiario
La cotización del dólar se hundió a su nivel más bajo en tres años. Las señales de posibles recortes en las tasas de la Reserva Federal, sumadas a un contexto de incertidumbre comercial en EEUU, empujaron una ola de ventas de activos estadounidenses, según un informe de la agencia Reuters, que destaca el extraño caso del peso argentino. "Hay claramente una fuerte venta de dólares", afirmó Kit Juckes, estratega jefe de divisas en Societe Generale.
Si bien el dólar repuntó momentáneamente el viernes tras el ataque israelí a Irán —por efecto de la búsqueda de refugio en activos seguros—, cerró la semana con su mayor caída mensual desde abril. En lo que va del año, perdió cerca del 10% frente a una canasta de monedas principales, escribieron Dhara Ranasinghe y Amanda Cooper.
En contraste, destaca Reuters, el tipo de cambio oficial en Argentina pasó de 800 a más de 1.100 pesos por dólar entre enero y junio, lo que implica una devaluación del peso cercana al 15% en lo que va de 2025. Esta dinámica se dio en el marco del nuevo régimen cambiario implementado en abril, que permite una flotación dentro de una banda móvil en expansión, cuyo rango inicial se estableció entre 1.000 y 1.400 pesos por dólar.
Coronas en alzaLas monedas escandinavas se convirtieron en las grandes ganadoras del año, y tienen su mejor desempeño en décadas. La corona sueca subió un 15%, su mejor desempeño frente al dólar en al menos medio siglo. La noruega avanzó un 13%, su mayor crecimiento desde 2008. Sin embargo, frente al euro, los movimientos fueron moderados: solo 4,5% en Suecia y 2% en Noruega. A pesar de los recortes previstos por el Riksbank, la corona sueca no mostró señales de debilitamiento.
El euro, el franco suizo y el yen japonés también registraron subas del 10%. Pero en Suiza, la apreciación acelerada del franco presionó a la baja los precios de importación. En mayo, la inflación fue negativa, un fenómeno que no ocurría desde hacía más de cuatro años. En este contexto, crece la presión sobre el banco central para bajar las tasas nuevamente por debajo del 0%.
En la eurozona, el euro alcanzó los USD 1,1533, cerca de su punto más alto desde 2021. "En el fondo de mi corazón creo que vamos a llegar a 1,20, pero no deberíamos hacerlo demasiado rápido porque es deflacionario", advirtió Juckes.
En Japón, a pesar de la suba reciente, el yen sigue un 30% por debajo de los niveles de 2020. El gobierno intenta demostrar en las negociaciones comerciales con Washington que no busca obtener ventajas desleales de su debilidad cambiaria prolongada.
Asia industrial: capitales de regresoDesde hace años, Asia volcaba billones de dólares en activos estadounidenses. Pero el llamado "Día de la Liberación", proclamado por Donald Trump el 2 de abril, marcó el inicio de un giro: los capitales comenzaron a retornar a los países productores.
La moneda de Taiwán subió un 10% en apenas dos días de mayo, y acumula el mismo porcentaje en el año. El won surcoreano ganó cerca de un 8%. También se apreciaron el dólar de Singapur, el ringgit malasio y el baht tailandés. El yuan chino, en cambio, avanzó solo un 2% en los mercados offshore, contenido por los límites impuestos por el banco central. Aunque el Tesoro de EEUU evitó etiquetar a China como manipuladora, la demora del yuan no pasó desapercibida.
Argentina, el outlierEn un escenario global donde la mayoría de las monedas se fortalecen frente al dólar, el peso argentino volvió a quedar rezagado. Desde enero, perdió un 15% de su valor. La explicación es interna: el nuevo esquema cambiario introducido en abril permite que el peso flote dentro de una banda de cotización móvil que se amplía gradualmente. El rango inicial se estableció entre 1.000 y 1.400 pesos por dólar. En ese marco, el tipo de cambio oficial subió desde 800 hasta más de 1.100 pesos por dólar entre enero y junio.
Pese a los temores de una devaluación abrupta, el desplome desordenado no se materializó. Además, el reciente acuerdo por USD 20 mil millones con el FMI fue recibido como un dato positivo en los mercados.
El caso británicoLa libra esterlina subió cerca del 9% en el año, aunque con limitaciones. Las expectativas de recortes de tasas por parte del Banco de Inglaterra y la desaceleración económica moderaron la suba. Aun así, el interés por empresas británicas no se frenó: el lunes 9 de junio se anunciaron ofertas por más de USD 10 mil millones, el día más activo de 2025 según datos de Dealogic.
Sin embargo, la libra podría rendir menos que otras monedas en lo que resta del año. "La libra es menos atractiva que otras y los riesgos macroeconómicos son altos", sostuvo Nick Kennedy, estratega de Lloyds.