CÓMO SERÁN LAS VENTAS

Avanza la privatización de dos empresas energéticas

Una empresa de Mendoza y otra de dominio nacional están a detalles de pasar a manos privadas

BAE Negocios

La Legislatura de Mendoza y el Gobierno Nacional están cerca de desprenderse en las próximas horas de dos empresas energéticas que son blanco de intereses de capitales privados y marcar así la formalización de lo que buscaba el ejecutivo en la Ley Bases con las privatizaciones.

Una de ellas es Industrias Metalúrgicas Pescarmona S.A.I.C. y F (IMPSA), la empresa ubicada en Mendoza dedicada a la tecnología e ingeniería para el desarrollo energético.

La otra, Energía Argentina Sociedad Anónima (ENARSA), La empresa creada en 2004 que trabaja en la importación y comercialización de gas, la realización de obras de infraestructura y la generación y el transporte de energía eléctrica.  

Se acerca la venta de Impsa

La Legislatura de Mendoza se prepara para votar un proyecto de ley que habilitaría la venta del 21% de las acciones que posee el gobierno provincial en Impsa. De obtener la aprobación, el Gobierno Nacional, a través de la Ley Bases, pueda desprenderse del 63,7% restante de la compañía.

La principal interesada en adquirir la totalidad de Impsa es Arc Energy, una firma estadounidense que presentaría una oferta formal el próximo lunes. Si bien el valor de la operación rondaría los 30 millones de dólares, lo importante para el Estado sería dejar de afrontar las pérdidas operativas mensuales de 2,5 millones de dólares.

Apuntan a los activos estratégicos de Enarsa

Según detalla la publicación especializada Más Energía, el Gobierno Nacional busca avanzar en la privatización de parte de Enarsa. Sin embargo, la actividad de importación de gas y GNL, que genera grandes pérdidas, no resulta atractiva para los inversores privados.

En cambio, el interés se centra en las participaciones accionarias de Enarsa en centrales termoeléctricas, parques eólicos y en Transener. A mediano plazo, si se logra implementar una tarifa plena, el Estado podría incluso desprenderse de la actividad de importación de combustibles y asignarla al mercado.

En las próximas semanas se conocerán nuevos detalles sobre estos procesos de privatización, que marcarán un hito en la historia del sector energético argentino.

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