Dólar, precios, FMI, Brasil y vacunas: las cinco claves económicas
La consultora analizó la dinámica de precios, la evolución del tipo de cambio y las condiciones para que Argentina consolide la recuperación . Estima un crecimiento del PIB de 5,6 por ciento.
La actividad económica continúa recortando caídas. En los últimos meses de 2020 se fueron consolidando ciertos signos de recuperación consistentes con nuestras proyecciones, que estimaban una disminución del PIB en torno al 10%, unos puntos por debajo de las hipótesis ofi ciales y del mercado.
La utilización de la capacidad instalada en la producción industrial –la mayor en los dos últimos años– y la actividad de la construcción ya registran crecimiento positivo. Todo indica que en los próximos meses estas tendencias se profundizarán. Sin embargo, la viabilidad de ese sendero de recuperación continúa muy condicionada por el devenir de la pandemia y sus implicancias, tanto a escala global como local.
VacunasLo sucedido con los plazos de entrega de las vacunas en Europa y en nuestro país es una muestra de ello. Las proyecciones esbozadas inicialmente se han pospuesto por varias semanas, mientras en el hemisferio norte continúan reforzándose medidas de restricción, que golpean adicionalmente economías muy debilitadas.
Como excepción, la economía china da cuenta de crecimiento industrial y consumo en tasas equivalentes al período pre-pandemia. La economía brasileña también muestra señales positias, con crecimiento industrial anual por tercer mes consecutivo. Como venimos señalando, el escenario internacional conttinúa siendo auspicioso para apuntalar la recuperación en 2021.
Brasil y la demanda
El fortalecimiento de la demanda en Brasil sería un elemento favorable para achicar el déficit comercial bilateral, que se esti a cerrará en 800 millones de dólares para 2020. Los precios internacionales, por su parte, siguen siendo muy buenos. Y a pesar de que desaceleraron levemente su crecimiento en comparación con comienzos de enero, registran incrementos anuales del 55% en soja, 43% en maíz y 20% en trigo. Esto sitúa a la mayoría de los precios agropecuarios en niveles máximos desde 2014.
Estas buenas noticias en términos de cotizaciones y demanda para nuestras exportaciones de productos primarios tienen impacto sobre los precios internos que la conducción económica deberá administrar para evitar que una aceleración infl acionaria torne inconsistente sus objetivos macroeconómicos y distributivos.
Precios y puja distributiva
Se advierte que la dinámica de precios muestra un ritmo algo más acelerado que el promedio registrado durante 2020, con una infl ación del 4% en diciembre en la canasta al consumidor, que se ve reforzada en enero por los aumentos de precios mayoristas en productos agropecuarios, na as y alimentos de la canasta básica, como carnes y verduras.
El alza de los precios no obedece a un único factor. En este caso se destacan los efectos de la suba internacional de los alimentos, la presión por recomponer la tasa de ganancia de algunos sectores y el mayor ritmo devaluatorio de los últimos meses. Administrar la puja distributiva deberá ser un eje central de la polítoica económica.
El marco institucional todavía no está claro, pero parece urgente generar ese diálogo tripartito –empresas, trabajadores y Estado– donde coordinar expectativas en torno a pautas infl acionarias y cambiarias viables y consistentes con el objetivo de promover una mejora real en los salarios, reactivar el consumo interno y cuidar el frente fi scal y externo.
Dólar y comercio exterior
Si bien la vigencia del control de cambios y la reducción de los servicios de la deuda reestructurada facilitan la administración del mercado de cambios por parte del BCRA, la dinámica del comercio exterior constituye un determinante central para hacer viable el objetivo de fortalecer las reservas internacionales. Y en ese sentido hay que seguir de cerca el comportamiento de las importaciones. Según el registro de INDEC en diciembre las compras externas crecieron anualmente un 24,7%, algo por encima del ritmo de la recuperación de la actividad, especialmente en bienes de consumo final como electrónica y bienes suntuarios.
A pesar de que la mejora en los precios internacionales de commodities apuntalará el saldo comercial y la vigencia de controles cambiarios es un fuerte reaseguro para evitar cualquier salto abrupto en el tipo de cambio, la situación del balance de pagos está lejos de ser holgada. Como mencionamos, una recuperación más acelerada va a demandar más dólares.
La negociación con el FMI
Pero, además, todavía no se ha despejado el escenario financiero, a la espera de las negociaciones en torno a pagos que incluyen compromisos del Estado nacional con el FMI y el Club de París en un calendario cuyo primer gran vencimiento ocurre en mayo y se extienden a lo largo de todo el año.