Los números de la industria y la construcción que dejó el 2022 marcaron un segundo crecimiento anual consecutivo pero también mostraron el enfriamiento en el que ingresó la economía en la última parte del año. En diálogo con BAE Negocios, el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, y su par de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Gustavo Weiss, destacaron la recuperación tras el impacto de la pandemia y la crisis 2018-2019 al tiempo que identificaron los factores que pueden jugar en contra para 2023. Escasez de reservas, encarecimiento del crédito, altos niveles de inflación y la necesidad de un acuerdo político para dar estabilidad son las variables que, coinciden los empresarios, marcarán la agenda del año electoral.

Respecto a la caída en diciembre del 10,6% interanual que arrojó el Indec para la construcción, Weiss confesó que le generó cierta “sorpresa” aunque resaltó que prefiere no focalizarse en el dato duro de un mes sino en la tendencia. “El proceso de los últimos meses es de caída, respecto a niveles altos. Recordemos que a partir de mediados de 2020 crecimos ininterrumpidamente hasta bien entrado el 2022. A partir de ahí notamos un amesetamiento de algunas variables, no es el caso del empleo por ejemplo pero sí en la demanda de muchos materiales que son claves para nuestra actividad”, dijo el empresario.

El diagnóstico del titular de Camarco es que, más allá de cierto ajuste en obra pública producto del acuerdo con el FMI, la principal explicación de la dinámica sectorial actual es la inflación. “Para los emprendimientos privados es un problema, porque no hay presupuesto que resista o permita prever los precios. No hay plata que alcance así y muchos proyectos se inician pero tienen dificultades para continuar. En el caso de la obra pública, la fórmula de redeterminación que tienen los contratos con el Estado no funciona en el contexto de volatilidad actual, por lo que las obras entran en un déficit económico que no permite seguir el ritmo normal”, precisó Weiss.

Por su parte, Funes de Rioja dijo que su actividad se encuentra en niveles aceptables mientras manifestó que el principal escollo que reportan los industriales son las trabas vigentes para importar insumos, en medio de la falta de dólares en el BCRA, y el encarecimiento del crédito por la suba de tasas de interés. “No cabe la menor duda que las restricciones cambiarias pesaron, más allá de que el diálogo con el Gobierno permitió una mayor fluidez en casos puntuales. Entendemos que no se puede sostener un crecimiento del 15,5% como el de 2021 porque la restricción externa no permitiría contar con los insumos necesarios para eso”, afirmó el empresario.

El presidente de la UIA comentó que en los próximos días la entidad mantendrá reuniones con funcionarios del equipo económico del Gobierno para intercambiar información y llevar la realidad de las plantas a la mesa de discusión. “Necesitamos mejorar el tema del financiamiento porque la inflación y las tasas se fueron muy arriba, en un contexto de acceso restringido en el mercado internacional”, añadió. 

Para Funes de Rioja la integración regional del Mercosur, en particular en unión con Brasil, es una oportunidad para el salto exportador que necesita dar el país. En ese sentido, recordó el convenio firmado por la UIA y su par brasileño la Confederación Nacional de la Industria (CNI), en nombre del Consejo Empresarial Argentino Brasileño (Cembrar). Allí pidieron un contexto económico e institucional que favorezca la inversión, desburocratizar el comercio bilateral y mejorar el sistema de monedas locales.

En cuanto a los últimos cruces entre la oposición y el oficialismo sobre la situación financiera de Argentina, el empresario reiteró la necesidad de un amplio acuerdo que genere “previsibilidad y estabilidad” a largo plazo. “Estamos convencidos de que avanzar en políticas de Estado en acuerdos amplios es lo que necesitamos para crecer sostenidamente. Siempre pedimos, desde un marco institucional  por supuesto, que se garanticen medidas a largo plazo que nos den estabilidad y previsibilidad. No pueden cambiar cada seis meses las reglas del juego. Tenemos que aprovechar las oportunidades que nos da el mundo para exportar energía, minerales, alimentos y productos producidos en el país”, concluyó el titular de UIA.