Para IDEA, la inflación y la presión impositiva le pusieron trabas al crecimiento económico
Los ejecutivos de las empresas reclamaron además una reforma laboral y mayor seguridad jurídica. Aún en este escenario, se mostraron optimistas con una "leve" recuperación de la actividad y dejaron claro que la crisis de la pandemia marcó el piso de la caída de las ventas y, consecuentemente, de las inversiones
Los ejecutivos de las empresas asociadas al Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina ( IDEA) afirmaron que la inflación, la presión impositiva y la falta de seguridad jurídica son las principales trabas que encuentran para los negocios en el país, en el marco de una incertidumbre electoral. Aún así, crecieron levemente las expectativas de reactivación y afirmaron que las ventas tocaron su piso durante la pandemia, en línea con las inversiones.
Así surgió de la encuesta de expectativas que presentaron Eduardo D'Alessio, de la consultora D'Alessio Irol, y el economista de IDEA, Santiago Bulat. En el informe también dejó claro un malestar de las empresas con las condiciones de contratación laboral, a las que señalaron como una de las "barreras para el aumento del nivel de empleo".
La percepción de los ejecutivos es la última que se conocerá desde IDEA antes de la realización del tradicional Coloquio, que en su edición 57° debatirá sobre las condiciones para hacer negocios en el país en el inicio de la campaña electoral de cara a las legislativas del 14 de noviembre próximo. Será durante los días 13, 14 y 15 de octubre, cuando tres días antes los candidatos estarán habilitados para salir con sus spots en los medios de comunicación.
El Gobierno pretende llegar a esa fecha con datos más concretos de una actividad económica en sostenido crecimiento, y los ejecutivos confían en que esta situación se refleje en las ventas. La encuesta más numerosa de las 51 que realizó IDEA en los últimos 26 años, de la que participaron 250 empresas, señaló que "cuatro de cada diez vieron una evolución positiva de las ventas, que parecen haber llegado a su piso" y si bien "el saldo neto del empleo privado continúa siendo negativo", lo es "en menor medida".
Según los representantes de las grandes y medianas empresas, una reforma impositiva es la principal necesidad para aumentar la competitividad del país, ya que está cuatro puntos más que en octubre pasada, cuando esa sensación se había instalado en el 60%.
Detrás está la necesidad de bajar la inflación, cuya preocupación pegó un fuerte salto (29% en octubre, a 51% en julio) y se puso por encima del funcionamiento institucional y de la justicia, como también de la reclamada reforma laboral.
Claro está que las empresas aprovecharon para ratificar la agenda que esa porción del sector privado buscará instalar en el debate de campaña: falta de un plan económico, cepo al dólar, gestión de la pandemia, presión tributaria, aumento del gasto público y cierre de la economía.
En ese sentido, al responder sobre las expectativas de ventas, las exportaciones, el empleo y la rentabilidad, "en todos los casos el saldo neto es negativo, pero menor al de octubre de 2020", remarcó D'Alessio. No obstante, la suma de las respuestas que esperan mejoras o al menos un mantenimiento de la situación llegó al 62% en el caso de las expectativas de ventas, al 75% en las exportaciones, al 57% en el nivel de inversiones y al 62% en el de empleo.
El bajo porcentaje en el caso de las inversiones tiene que ver con el reclamo de "estabilidad institucional", en donde también señalaron que la caída está asociada con el magro desempeño del mercado interno. En el caso del empleo la preocupación pasa por "los factores fiscales y de legislación laboral".
Otro de los datos salientes del relevamiento fue que "el teletrabajo llegó para quedarse" ya que el 63% de los encuestados dijeron que proyectaron que de cara al futuro habrá un sistema "híbrido" que combine presencialidad y labor a remoto.