Llega el FMI y crece la presión por las reservas: el Gobierno busca evitar un traspié

La misión técnica del Fondo arribará en los próximos días para evaluar el cumplimiento de las metas. El Ejecutivo sobrecumplió el superávit, pero no logró acumular las divisas pactadas

BAE Negocios

El Fondo Monetario Internacional enviará la semana próxima una misión técnica a Buenos Aires para revisar el avance del acuerdo firmado en abril con el Gobierno argentino, por un total de 20.000 millones de dólares. El foco estará puesto en dos frentes: la meta fiscalque el oficialismo logró superar— y la acumulación de reservas en el Banco Central, donde persiste un rojo que, según estimaciones privadas, ronda los USD 4.000 millones.

Una misión técnica visitará Buenos Aires a finales de junio para evaluar los avances en las metas y objetivos del programa”, confirmó Julie Kozack, directora de comunicación del FMI al anunciar la visita, el pasado 12 de junio. La vocera agregó que el Fondo “recibe con satisfacción las recientes medidas anunciadas por el Banco Central y el Ministerio de Economía”, a las que calificó como “otro paso importante en los esfuerzos por consolidar la desinflación y reconstituir las reservas”.

En ese contexto, el equipo económico encabezado por Luis Caputo se reunirá con los enviados del Fondo en busca de sostener el programa sin alterar el rumbo, pese al incumplimiento en la acumulación de divisas. Las reuniones también contarán con la participación del presidente del BCRA, Santiago Bausili.

Superávit cumplido, reservas en deuda

El Gobierno informó que acumuló casi 7 billones de pesos de excedente fiscal en los primeros meses del año, contra los 6 billones exigidos como meta indicativa para fines de mayo. Esto implica un sobrecumplimiento del objetivo primario equivalente a un 1,6% del PBI, por encima del 1,3% acordado. Es decir que el Gobierno le sobrecumplió la meta fiscal al FMI, tal como informó BAE Negocios.

Sin embargo, el frente cambiario genera tensiones. Según el acuerdo con el FMI, el BCRA debía mejorar su posición neta de reservas en unos USD 4.400 millones al 13 de junio. El punto de partida estaba en un déficit de USD 4.900 millones, por lo que la meta era reducir ese saldo negativo a USD 500 millones. Esa pauta no se habría alcanzado.

Para acercarse al objetivo, el Gobierno apeló a diversas estrategias. Una de ellas fue la colocación de bonos Bonte 2030, suscriptos en dólares pero pagaderos en pesos, que ya permitió incorporar USD 1.500 millones. Los primeros USD 1.000 millones ingresaron a fines de mayo y los restantes USD 500 millones lo harán el lunes próximo.

Otra herramienta fue la ampliación del préstamo Repo con bancos internacionales, que sumó USD 2.000 millones a través de Bopreal Serie 1-D. Aunque el FMI no permite computar como reservas más de USD 1.500 millones provenientes de colocaciones de deuda, el excedente sí suma para la meta, por lo que este mecanismo aportaría otros USD 500 millones.

A pesar de estos esfuerzos, la falta de intervención del BCRA en el mercado cambiario limita la capacidad de acumular divisas. “Aunque el BCRA se mantendrá fuera del mercado oficial mientras el dólar siga en el centro de la banda, el que podrá hacer compras al sector privado será el propio Tesoro”, explicó Caputo, aludiendo a los fondos disponibles por superávit o por licitaciones exitosas.

Expectativa por el waiver y el desembolso

Frente al incumplimiento parcial en el objetivo de reservas, el Ejecutivo podría solicitar un waiver (dispensa), aunque desde el FMI evitaron responder si otorgarán esa flexibilidad. “Nuestro equipo sigue colaborando frecuente y constructivamente con las autoridades argentinas”, se limitó a decir Kozack.

El acuerdo estipulaba originalmente que la revisión se hiciera el 15 de junio, pero ambas partes postergaron ese plazo. Ahora se estima que el proceso técnico se extenderá hasta fines de julio. Si la evaluación resulta positiva, el Fondo aprobará un nuevo desembolso por USD 2.000 millones.

“El exitoso reingreso en los mercados de capitales y otras acciones para movilizar la financiación para la Argentina impulsen las reservas”, expresó Kozack, quien consideró que “la estabilidad en general para el país sigue estando respaldada por la aplicación de un fuerte anclaje fiscal”.

Según aclararon fuentes oficiales, las políticas de la administración Milei “siguen evolucionando y dando resultados impresionantes”, y el objetivo declarado del programa con el FMI es “apoyar la transición de la Argentina a la siguiente fase de estabilización y reformas”.

La misión técnica llegará con esos antecedentes sobre la mesa, y con la presión de cerrar una revisión sin contratiempos que habilite la llegada de nuevos fondos. Mientras tanto, el tipo de cambio oficial se mantiene lejos del piso de la banda y el Gobierno insiste en no forzar intervenciones desde el BCRA. En esa tensión entre disciplina fiscal y escasez de dólares se juega buena parte del éxito del programa.

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