Progresos sin fecha: el FMI elogia al Gobierno, pero demora una aprobación clave

El Fondo destacó avances económicos de la Argentina y anticipó un acuerdo técnico “en breve”, pero evitó confirmar si el directorio votará antes del receso

BAE Negocios

En medio de negociaciones decisivas para asegurar un nuevo desembolso de USD 2.000 millones, el Fondo Monetario Internacional (FMI) confirmó este jueves que las conversaciones con el Gobierno argentino están “muy avanzadas”. Sin embargo, evitó precisar la fecha en que el directorio del organismo tratará la primera revisión del acuerdo alcanzado en abril.

“La transición a un régimen cambiario más flexible ha sido fluida; la desinflación se ha reanudado y Argentina ha recuperado el acceso a los mercados internacionales de capital antes de lo previsto”, afirmó Julie Kozack, vocera del Fondo, durante su habitual conferencia de prensa en Washington. La funcionaria reiteró que “el programa ha tenido un comienzo sólido”, aunque advirtió que todavía falta cerrar un Staff Level Agreement, paso previo a la elevación del caso al Directorio Ejecutivo.

“El siguiente paso será alcanzar un acuerdo a nivel de personal técnico entre las autoridades y el staff. Esto puede suceder muy pronto”, aseguró Kozack, pero aclaró que “no daré más detalles” hasta que finalicen las conversaciones.

En los hechos, el Fondo ya inició los pasos preliminares. Esta semana se realizó una reunión informal del directorio para analizar el caso argentino. Durante el encuentro, el staff técnico presentó un informe sobre la evolución del programa, respondió consultas y anticipó su evaluación, aunque sin emitir una opinión formal ni someter el tema a votación. La instancia se consideró clave para acortar plazos, ya que el receso de verano en Washington comienza el 4 de agosto.

El monto en discusión asciende a USD 2.000 millones, de los cuales unos USD 650 millones se usarán para cancelar vencimientos con el propio FMI el 1° de agosto. El resto reforzaría las reservas del Banco Central. Para destrabar esos fondos, el directorio debe aprobar el resultado de la revisión técnica, que todavía no concluyó.

Entre los indicadores bajo análisis figuran el cumplimiento de las metas fiscales, monetarias y de reservas. De acuerdo con los reportes privados, Argentina cumplió los dos primeros objetivos pero no logró acumular los USD 500 millones pactados en el trimestre. Para evitar un incumplimiento formal, el FMI debería conceder un waiver, algo que ya ocurrió en programas anteriores.

En el equipo económico que lidera Luis Caputo minimizaron ese desvío y confiaron en que no impedirá el giro de los fondos. Desde abril, cuando se firmó el nuevo programa, el país ya recibió USD 12.000 millones.

Un contexto de fragilidad externa

El último Informe del Sector Externo del FMI volvió a advertir sobre las vulnerabilidades persistentes. “Los fundamentos económicos han mejorado sustancialmente desde finales de 2023, pero las reservas netas siguen en niveles críticamente bajos”, alertó el organismo. A fines de marzo, el saldo negativo rondaba los USD 6.000 millones, y aunque se redujo tras el último desembolso, aún representa apenas el 23% del nivel considerado adecuado.

El reporte también apuntó a la evolución del tipo de cambio real. Según el FMI, el peso argentino estuvo sobrevaluado entre un 6% y un 18% en lo que va de 2024, con una apreciación que lo llevó a valores similares a los de 2017. En ese sentido, destacó la adopción de un régimen cambiario más flexible, con bandas amplias y mayor protagonismo del mercado, pero advirtió que la estabilidad de mediano plazo dependerá del cumplimiento fiscal y la acumulación de reservas.

“La evaluación externa está sujeta a una incertidumbre excepcionalmente alta y depende de la implementación de reformas estructurales que impulsen la competitividad y la productividad”, concluyó el documento.

Por ahora, el Gobierno espera cerrar el acuerdo técnico “en los próximos días”, antes del inicio del receso en Washington. La aprobación final del directorio será decisiva no solo para obtener los fondos, sino también para sostener la estrategia económica en marcha. Pero, como reconoció Kozack, el calendario exacto sigue en suspenso.

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