PBI: pese al rebote de julio, el tercer trimestre apunta a una nueva caída
La actividad económica rebotó en julio consecuencia de la mano del agro, según mediciones privadas. Sin embargo, el panorama sigue sin mejorar para el resto del año
Para la mayoría de las consultoras, la actividad económica rebotó en julio, por la recuperación en el agro, tras la sequía que padeció el sector durante la primera mitad del año. Para la totalidad del tercer trimestre, sin embargo, el consenso entre los analistas es que la economía se mantendrá en números rojos, producto de la devaluación ocurrida en agosto y la restricción a las importaciones que frenó a diferentes sectores de la industria. Con todo, la caída será menor a la del segundo trimestre y se proyectó en una de 1,5% desestacionalizada.
A la espera del Estimador Mensual de la Actividad Económica de julio, Eco Go observó un rebote de 2,3% contra junio, adjudicándolo a un recambio del ciclo agrícola. En diálogo con BAE Negocios, el director de la consultora, Sebastián Menescaldi, estimó que, en agosto, "el nivel de actividad probablemente quede en torno a cero y vuelva a caer en septiembre. Con lo cual, el trimestre va a ser neutro o levemente negativo". Y explicó que el impacto de la devaluación post PASO no alcanzó a reflejarse en los números de agosto, pero que sí lo hará en los de este mes.
Además, Eco Go también planteó que "las metas de acumulación de reservas comprometidas con el FMI impulsarían en los próximos meses una caída más acentuada de las compras externas, derivadas de la reducción de la capacidad de compra, así como por el incremento del riesgo de impagos". Este jueves, las Reservas Internacionales del BCRA cerraron en USD27.782 millones, tras perder USD4 millones contra el miércoles.
Para el director de la consultora Epyca, Martín Kalos, a partir de julio empieza a verse el efecto de la nueva campaña en el agro. "Hay algunos cultivos regionales en particular que empiezan a tener actividad a partir de julio y ya sin sequía: el sector agroalimentario comenzó todo el proceso de una nueva siembra, de preparación de los suelos, de la cosecha de una nueva temporada. Eso empieza de a poco a levantar la economía", detalló.
Hacia delante, Kalos observó "una tendencia muy amesetada en el conjunto de la economía, pero el sector agroalimentario explicaría un poco que estos próximos meses vayan a ser mejores que los del segundo semestre de 2022, plenamente afectados por esa sequía". Un argumento similar esgrimió el economista Sergio Chouza, de la consultora Sarandí, para quien el periodo de julio y septiembre "no será nada muy distinto del segundo trimestre, más allá de que estadísticamente la baja sería menor en una comparativa interanual, porque el tercer trimestre el año pasado no fue de los mejores".
Según el último REM del Banco Central, la mediana de los encuestados del mercado ubicó al PBI del tercer trimestre en un rojo de 1,5%, una baja de 0,2 puntos contra el relevamiento anterior. Mientras, para el 2023 en su totalidad, se estimó que el Producto caerá un 3%.
Para Orlando Ferreres & Asociados, la actividad registró un alza mensual del 1,6% en julio. "Si bien la actividad en el sector agrícola sigue deprimida, su incidencia en el agregado queda disminuida al comenzar el tercer trimestre del año en comparación con la importancia que reviste en el segundo cuarto, y en este contexto la actividad ganadera, que está en expansión, cobra mayor preponderancia, al punto que el sector en su conjunto anotó una leve suba en la comparación anual luego de nueve meses consecutivos a la baja", explicó en su informe.
De cara a los próximos meses, agregó: "No vemos que haya condiciones para torcer el enfriamiento de la actividad, en un contexto macroeconómico extremadamente frágil y con máxima incertidumbre sobre el rumbo que tomará la política y la economía hacia adelante".
