El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, afirmó este martes que el Gobierno "sobrecumplió todo lo que podía llegar a pedir el Fondo Monetario Internacional", aunque evitó confirmar si la Argentina alcanzará la meta de acumulación de reservas prevista para el 13 de junio, cuando se realice la primera revisión del nuevo acuerdo.

Durante un evento organizado por el banco de inversión VALO en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA), el funcionario aseguró que las metas fiscales y de inflación son más relevantes para el programa económico que la cantidad de divisas en poder del Banco Central (BCRA).

"¿Ustedes piensan que se cae un programa que tiene 6% de crecimiento de actividad económica, con la inflación bajando, con superávit financiero y con el Banco Central no emitiendo? No entendemos la proporción de lo que estamos hablando", dijo Quirno ante la prensa.

Pese a que el BCRA aún está a unos USD 3.000 millones de alcanzar la meta pactada con el FMI, el secretario aseguró que "no es una preocupación diaria" y reiteró que "las charlas con el Fondo han sido desde el primer momento muy constructivas". El acuerdo prevé una acumulación de casi USD 5.000 millones para el corte del 13 de junio.

El Gobierno mantiene su decisión de no intervenir en el mercado cambiario comprando dólares mientras el tipo de cambio se mantenga dentro de la banda de flotación, cuyo piso ronda actualmente los $990. "No hacemos previsiones de futuro y no vamos a comentar sobre los acuerdos que tenemos, ni sobre cómo manejamos las situaciones", sostuvo Quirno.

Frente a la consulta sobre la posibilidad de solicitar un "waiver" –una exención formal del FMI–, el funcionario respondió con evasivas: "El programa tiene una integralidad muchísimo mayor que la acumulación de reservas".

Para reforzar su estrategia financiera, Economía lanzará este miércoles una licitación de Bonos del Tesoro (Bonte 2030), en la que espera captar hasta USD 1.000 millones de inversores extranjeros. Aunque los bonos estarán nominados en pesos ("peso-linked"), se suscribirán con dólares. La colocación busca sumar divisas que podrían computarse como parte de las reservas, aunque el acuerdo con el FMI establece que los primeros USD 1.500 millones de emisiones con acreedores privados no deberían ser contabilizados para esa meta.

Quirno explicó: "Ellos (por el FMI) tenían la expectativa de que salgamos al mercado en enero de 2026, entonces, en función de eso, ese era el tope". Sin embargo, el Gobierno entiende que el contexto actual justifica un cambio de enfoque.

También continúa en marcha la negociación de una operación de pase pasivo (REPO) por hasta USD 2.000 millones con bancos internacionales. Consultado al respecto, Quirno evitó dar precisiones: "Eso es el Banco Central, después se quejan de la falta de independencia de la entidad".

El secretario de Finanzas defendió el rumbo del programa económico y reivindicó la estrategia de reducción del gasto público. "Vinimos a tener un orden macro sostenible de largo plazo", dijo. En ese sentido, reiteró la intención del Gobierno de eliminar impuestos que calificó como "horribles", en referencia a las retenciones y al impuesto al cheque, aunque aclaró que "nunca va a poner en riesgo el equilibrio fiscal".

Respecto al vínculo con el sector privado, afirmó que "el mercado está encontrando por sí mismo un precio de equilibrio del dólar sin intervención del Estado", y sostuvo que uno de los objetivos es avanzar hacia un nuevo contrato entre el Estado y los contribuyentes: "Sacar estas regulaciones bizantinas que presumen que todos somos chorros".

Por último, mencionó el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) como una herramienta clave para atraer capitales, al tiempo que consideró que sus beneficios "son fiscalmente neutros" y podrían extenderse a otros sectores de la economía en una etapa posterior.

A modo de cierre, y con una referencia futbolera, el funcionario concluyó: "Como dice el Muñeco, confíen porque hay con qué confiar".