GÉNERO Y NÚMEROS

Trabajo doméstico, el motor no reconocido de la economía

El trabajo en casas particulares es un rubro con altos números de pobreza e informalidad. Es, además, el sector más feminizado del país. Por qué es necesario que los empleadores registren a las trabajadoras y cómo influye eso en la lucha por reducir las desigualdades de género y de ingresos

mjaureguy

En Argentina, una de cada ocho mujeres se dedica al trabajo en casas particulares. Entre 96 y 98% de las personas que se dedican a ese rubro son mujeres. Es el rubro más feminizado de la economía nacional, con altos niveles de pobreza y de informalidad: más del 75% de las empleadas no están registradas. Por eso, su acceso a derechos laborales, obra social y aportes jubilatorios está muy limitado, a pesar de que cumplen un rol clave: son el motor no reconocido de la economía.

A nivel regional, el trabajo en casas particulares fue la categoría de empleo más afectada en la pandemia. La actividad de las trabajadoras domésticas cayó 20,9% para fines de 2020, en plena cuarentena, y todavía no se recupera del todo. En Argentina, unas 400.000 mujeres perdieron sus trabajos durante la cuarentena, y para comienzos del 2022 casi la mitad (177.000) todavía no lo habían recuperado, según un informe del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad (MMGyD) basado en datos de la Encuesta Permanente de Hogares.

El servicio doméstico representa al 20% de la informalidad laboral en Argentina. Incluso es más notoria en el noreste del país, donde el 86% de las trabajadoras domésticas no están registradas.

Trabajo doméstico, el motor no reconocido de la economía

Se calcula que son alrededor de un millón de trabajadoras en todo el país: una de cada ocho mujeres ocupadas en Argentina trabaja en casas particulares. A esto se suma un dato preocupante: seis de cada 10 trabajadoras del sector vive en hogares que se encuentran por debajo de la línea de la pobreza. Es decir, el rubro con mayor presencia femenina no sólo tiene bajísimos niveles de registración laboral, sino que es un claro ejemplo de feminización de la pobreza.

Informalidad y desigualdad

¿Qué consecuencias trae que ellas no estén “en blanco”? No pueden acceder a una obra social ni a aportes jubilatorios, por lo cual no podrán jubilarse a pesar de trabajar durante toda su vida. Para ello, tendrían que contar con 30 años de aportes. "Solo 1 de cada 100 empleadas de casas particulares se podría jubilar sin moratoria", es decir, un plan para pagar los años necesarios para la jubilación, aclara a BAE Negocios Luciana Bilbao, economista de CEPA. Tampoco pueden tener aumentos salariales acordes a la coyuntura económica ya que, al estar en la informalidad, quedan por fuera de cualquier tipo de acuerdo paritario que se implemente para el sector y dependen únicamente de la decisión de su empleador.

“Es un sector que se quedó afuera de los apoyos de la pandemia. Tiene problemas estructurales de registración porque está asociado al cuidado invisibilizado, familiarizado, feminizado. Lo mismo que sufrimos las mujeres con las tareas de cuidado en los hogares lo sufren las trabajadoras de casas particulares cuando van a trabajar en esas tareas”, explica a BAE Negocios Lucía Cirmi, subsecretaria de Políticas de Igualdad del MMGyD. Las trabajadoras de casas particulares, una vez que terminan con sus labores pagas, continúan con las tareas domésticas en su propio hogar.

 

Registradas, una política para cambiar el paradigma

Poco a poco esta realidad está cambiando. Cada vez que el Estado implementó alguna política para fomentar la registración de las empleadas domésticas en los últimos años, ésta mejoró.  A raíz del duro golpe que significó la pandemia para las trabajadoras de casas particulares, en 2021 el Gobierno lanzó el programa Registradas, por el cual el Estado paga una parte del salario de las trabajadoras que sean formalizadas. Los primeros resultados indican que desde entonces la registración aumentó, incluso por fuera del programa.

El programa se relanzó para 2023 y estableció que durante 6 meses, el Gobierno paga la mitad del salario de las trabajadoras domésticas que sean puestas “en blanco” por sus empleadores, sin que ellas pierdan ningún plan social. Así, ellas pueden acceder a todos los derechos que tiene cualquier empleado en relación de dependencia. El requisito para solicitar el beneficio es que las familias empleadoras tengan ingresos por debajo del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias, es decir, alrededor de $400.000. 

Desde que se implementó el programa, 8 de cada 10 trabajadoras conservaron la relación laboral formal luego de que finalicen los 6 meses, por lo que mantuvieron todos los derechos que implica estar registrada. El beneficio se extiende a 8 meses si los empleadores contratan y registran a personas trans, con discapacidad o titulares del programa Acompañar, una forma de ampliar la inclusión de sectores vulnerables.

Trabajo doméstico, el motor no reconocido de la economía

¿Por qué sólo apunta a familias con ingresos menores a $400.000? “Las familias que pagan el impuesto a las Ganancias ya tienen una deducción especial al registrar a la trabajadora de casa particular, es algo que está vigente desde 2005. Si ellos registran a su trabajadora y presentan los recibos de pago del sueldo en la liquidación de Ganancias ya tienen un descuento prácticamente similar al de Registradas, lo que les hace pagar menos impuesto a las Ganancias”, detalló Cirmi. 

Los derechos que corresponden

La política tiene un doble efecto: no sólo fomenta los derechos laborales para las trabajadoras, sino que ayuda a familias de ingresos medios que necesitan contratar personal de casas particulares para, a su vez, poder salir a trabajar (en especial para las mujeres, quienes suelen cargar con las tareas del hogar).

“Es importante que estén registradas y que el sector se termine de recuperar porque es una salida laboral para las mujeres, pero también el programa es un subsidio para las familias. Es un apoyo económico para la organización y el cuidado de la casa. Contar con Registradas es una ayuda, por ejemplo, para un hogar monomarental; poder contratar a una persona que sin este apoyo no podría. Es también presentar al sector de los cuidados como un sector tan importante como el resto porque sabemos que es el verdadero motor de la economía”, remarca la funcionaria.

Por otro lado, también se logra mejorar los ingresos de las trabajadoras, ya que al registrarlas los empleadores “se deben ceñir como mínimo al salario de convenio, que en este momento está entre $600 y $700 la hora, dependiendo de las tareas que realice la persona: si es niñera, si son tareas generales, etcétera”, aclara Cirmi. Además, se suman los aportes jubilatorios, la obra social y la ART, “todos los derechos que tiene cualquier trabajador o trabajadora, además de las vacaciones pagas”.

Por otro lado, permite a las empleadas de casas particulares acceder a la bancarización, ya que se les abre una cuenta del Banco Nación en la que se deposita el 50% del salario que paga el Estado. “Con una cuenta bancaria hay más derechos para la trabajadora porque tiene una tarjeta de crédito o de débito, y así puede ingresar a un circuito formal”, indica la funcionaria.

Al mismo tiempo, Registradas es compatible con la Asignación Universal por Hijo (AUH), la Tarjeta Alimentar, Progresar Trabajo y otros planes sociales. Cirmi señala: “Esto es importante porque todavía existe un mito de ‘no la registro porque pierde tal o cual plan social’ y eso no es cierto”.

 

El verdadero motor de la economía

Registradas es parte de una serie de políticas y proyectos surgidos desde el Estado para crear un sistema integral de cuidados, que busca reducir las desigualdades en la forma en que se reparten ese tipo de tareas, y mejorar la situación de quienes son contratadas para realizarlas. Por ejemplo, el 23 de marzo empieza a regir el artículo 179 de la ley del contrato de trabajo, que busca que establecimientos privados de más de 100 empleados creen espacios de cuidado para los hijos de sus empleados o que se subsidie el 40% del reintegro por el gasto que tenga un trabajador o una trabajadora en el pago del sueldo de una niñera. Para que esa persona pueda cobrar el reintegro, deberá tener registrada a la empleada que cuide a sus hijos, lo cual se vincula directamente con Registradas.

Las tareas de cuidado son las que más impulso le dan a la economía”, enfatiza Cirmi. “Las trabajadoras de casas particulares consumen gran parte de sus ingresos, entonces mueven la economía de los barrios, que es donde más nos interesa que se mueva: no es plata que se fuga, no es plata que va a consumos suntuarios, sino a necesidades básicas, por eso para nosotros es importante que ahí esté lleno de derechos”. 

 

¿Cómo es el trámite para registrar a las trabajadoras domésticas son subsidio?

Hay que entrar a casasparticulares.afip.gob.ar, registrar a las trabajadoras y cuando terminan de registrarlas van a indicar cuántas horas trabaja, su nombre, su CUIL, etcétera. Cuando terminan de registrar tienen que solicitar el programa Registradas. El Gobierno creará una cuenta bancaria a las trabajadoras, a donde les transferirá el 50% del salario a esa cuenta. Es importante que las trabajadoras sean registradas en cada domicilio donde se desempeñan, incluso si ya lo están en otro. “Hay muchas veces la confusión de que si ya la registró otro empleador yo no tengo que hacerlo y no es así, cada casa cuenta. Cada empleador o empleadora tiene una llave para reducir la pobreza y para reducir la desigualdad”, afirma Cirmi.

¿Cuáles son los requisitos de Registradas?
  • Las trabajadoras de casas particulares deben trabajar 6 horas semanales o más en el mismo hogar.
  • Sus tareas deben estar enmarcadas dentro de las categorías “Personal para tareas específicas”, “Caseros y caseras”, “Asistencia y cuidado de personas” o “Personal para tareas generales”.
  • Las personas empleadoras deben tener ingresos brutos mensuales promedio, iguales o inferiores al mínimo no imponible de la Ley de Impuesto a las Ganancias
Planes y programas compatibles con Registradas:
  • Asignación Universal por hijo/a
  • Asignación Universal por embarazo
  • Potenciar Trabajo
  • Tarjeta Alimentar
  • Progresar
  • Acompañar
Esta nota habla de: