La Casa Blanca acusó públicamente a Amazon de realizar “un acto hostil y político” tras conocerse un informe que aseguraba que la plataforma de comercio electrónico tenía previsto mostrar en su sitio cuánto incrementaron los precios de productos específicos debido a las nuevas tarifas impuestas por el gobierno de Donald Trump.

La vocera presidencial Karoline Leavitt cuestionó con dureza la iniciativa. “Esto es un acto hostil y político por parte de Amazon”, afirmó ante la prensa, y preguntó: “¿Por qué Amazon no hizo esto cuando la administración Biden llevó la inflación al nivel más alto en 40 años?”. Leavitt se negó a comentar la relación del presidente con Jeff Bezos, fundador del gigante tecnológico.

Según Punchbowl News, Amazon planeaba desglosar en su sitio web el costo adicional generado por los aranceles, en productos individuales, como parte de una estrategia de transparencia hacia los consumidores. La medida se relacionaba con las tarifas que entraron en vigencia a comienzos de abril, con alícuotas de hasta 145 % sobre importaciones desde China, país de origen del 70 % de los productos que vende Amazon, según la firma de servicios financieros e inversión Wedbush Securities.

Amazon, sin embargo, desmintió de forma categórica que la propuesta avanzara. “El equipo que maneja nuestra tienda Amazon Haul, de ultra bajo costo, consideró la posibilidad de listar los cargos por importación en ciertos productos. Esto nunca fue aprobado y no va a suceder”, sostuvo el vocero Tim Doyle. También aclaró que la idea no alcanzaba a la tienda principal del sitio.

Leavitt redobló su postura: “Esta es otra razón por la que los estadounidenses deberían comprar productos fabricados en Estados Unidos”, dijo, pese a que Amazon tiene su sede central en Seattle.

El cruce generó repercusiones inmediatas. Las acciones de la empresa cayeron más de un 2% en las operaciones previas a la apertura de los mercados. Mientras tanto, otras compañías como Shein y Temu, también afectadas por los aranceles, comenzaron a detallar los recargos como “import charges” de hasta 145% en sus tickets de compra.

La portavoz presidencial sostuvo que la decisión de Amazon “no fue una sorpresa”, y recordó un artículo de Reuters que señalaba una supuesta colaboración del gigante digital con medios oficiales chinos. “Reuters escribió que Amazon se asoció con un brazo propagandístico de China”, afirmó Leavitt, mostrando una copia del informe que relataba cómo la empresa habría eliminado reseñas críticas de un libro del presidente Xi Jinping en respuesta a un requerimiento del gobierno de Beijing.

Consultada por un periodista si esta reacción indicaba un distanciamiento entre Trump y Bezos, Leavitt respondió: “No hablaré de la relación del presidente con Jeff Bezos, pero puedo decir que esto es sin duda un acto hostil y político por parte de Amazon”.

En diciembre, Bezos había expresado respaldo a la nueva gestión republicana y Amazon donó un millón de dólares al fondo inaugural del presidente. El empresario también asistió a la ceremonia de asunción, mientras su diario, The Washington Post, comenzó a restringir sus opiniones a temas vinculados a “libertades personales y mercados libres”.

Pese al acercamiento reciente, la tensión por los aranceles abrió una grieta entre los intereses del gigante tecnológico y las decisiones de política comercial que buscan presionar al consumidor estadounidense a optar por productos nacionales.