Superpoblación de "tanques" en los cines de julio y agosto
Después de un 2022 donde faltó producto, la exhibición en salas enfrenta dos meses con demasiadas propuestas de alto presupuesto, y la pregunta es si habrá público (en poco tiempo) para sostener los altos costos de producción.
Hace exactamente un año, los exhibidores de cine de los EE.UU. y de todo el mundo estaban preocupados por la ausencia de películas que pudieran mantener la máquina en movimiento. La escasez era un producto directo del parate provocado por la pandemia, toda vez que las producciones grandes llevan por lo menos dos años de realización entre rodaje, post producción y marketing. Pero el panorama cambió este año y la pregunta es si habrá público para la seguidilla de películas de alto perfil que vienen: Indiana Jones y el Dial del Destino; Misión: Imposible-Sentencia Mortal; Barbie y Oppenheimer, que se estrenan en semanas más o menos consecutivas. Julio y agosto son, además, los meses de mayor competencia. El problema es que todos estos títulos, cuyas producciones y marketing superan ampliamente los 200 millones de dólares, requieren afluencia masiva.
En principio, es de suponer que el público de Barbie -la comedia de Greta Gerwig, realizadora de la aclamada Mujercitas- no es el mismo de Oppenheimer, la película de Christopher Nolan sobre el creador de la bomba atómica. Pero con la última sí hubo ya un problema: Nolan filmó para salas IMAX y el lanzamiento masivo dejará, apenas un fin de semana después del estreno sin salas de gran formato a Misión: Imposible, algo de lo que ya se quejó el productor y estrella del filme, Tom Cruise. La razón: el mercado tiende cada vez más al gran formato y es donde se recauda más (los tickets son más caros).
Es decir: lo que estas películas necesitan, además de un fin de semana de estreno con mucho público, es funcionar por lo menos un mes después de ser estrenadas. Y no sólo eso: por primera vez después de mucho tiempo, las críticas son importantes. Lo que sucedió con los últimos intentos del cine de superhéroes -con los fracasos de Flash y Shazam! y la decepción de Quantumania, aunque Guardianes de la Galaxia Vol. 3 sigue siendo de lo más rendidor del año- es que una mala crítica, un mal boca a boca hace que el público espere a que el filme, cuatro o cinco semanas después de su lanzamiento en salas, pase al streaming. Es lo que va a pasar tanto con Flash como con Elementos (o La Sirenita, otro producto de Disney que no cumplió con sus expectativas económicas).
Aún con una recuperación notable en la postpandemia, 2023 presenta estos problemas y se avecinan otros: en la medida en que no se resuelva el paro de guionistas o de que los actores también vayan al paro, es posible que el "no hay películas" sea nuevamente el problema en la próxima temporada. Hollywood, aún gastando centenas de millones, se encuentra en problemas, y el sistema global de exhibición en salas, por ende, también.