Agustina Carri:"El lenguaje cinematográfico tiene la capacidad de abrir preguntas de un modo muy poético y político a la vez"
Entrevista exclusiva a Agustina Carri, luego de la presentación de su última película, ¡Caigan la rosas blancas! en el Festival de Rotterdam
En el marco de la competencia Big Screen del Festival Internacional de Cine de Rotterdam, la (IFFR), la talentosa directora argentina Albertina Carri presentó con carácter de premier mundial su última película ¡Caigan las rosas blancas! Ya hemos hecho referencia a esta potente obra en la cobertura del festival.
El martes, además, la realizadora participó de una de las grandes charlas programadas en el IFFR (así, ya tuvieron un encuentro público Guy Maddin y Cate Blanchet, y también lo hicieron figuras de la talla de Takashi MIike, Alex Ross Perry, Peter Strickland y Costa Gavras).
En su caso, la charla fue con la también directora Cheryl Dunye (The watermelon woman). Al momento del encuentro con Carri esta charla no había sucedido, pero tanto ella como su par estadounidense habían manifestado públicamente sus expectativas al respecto. Esta última declaró su entusiasmo a Variety, medio en el que dio a conocer que su proyecto Black is blue, un thriller trans-erótico de ciencia ficción, será producido en Europa para escapar a las distintas formas de censura que, en los hechos, según afirma, existen en Estados Unidos.
Afro-americana y lesbiana, su posibilidad de seguir filmando en su país resulta cada vez más acotada y dificultosa. Más allá de lo estrictamente cinematográfico, la charla sobre vanguardias y activismo queer, resulta tan pertinente como necesaria, frente a los negros nubarrones que se ciernen sobre gran parte del globo.
En ese contexto, se suma al entusiasmo que generó la película de Carri el hecho de que para el público local estamos ante la oportunidad de verla nuevamente aquí (volvió a Rotterdam tras 25 años, cuando presentó su primer largometraje).
Es por eso que fue especialmente difícil encontrarse con la realizadora argentina. Siempre lo es en el marco del alocado devenir cotidiano de un festival. Así y todo, logramos generar un pequeño intervalo para realizarle algunas preguntas a la directora de Los rubios, La rabia y Cuatreros que planea estrenar ¡Caigan las rosas blancas! a principios de marzo en nuestro país (íA agendarse el evento!).
¿Cómo nace ¡Caigan las rosas blancas? ¿Cuál es su relación con Las hijas del fuego?
La película nace del entusiasmo que nos provocó hacer la anterior. A partir de querer seguir trabajando juntas es que nos pusimos a pensar qué queríamos contar. Y los géneros cinematográficos es algo que me obsesiona desde mi primera película, que es un policial pero no lo es. Lo mismo Los rubios, que es un documental pero no lo es. Y así un poco con todas. Digamos que la subversión de los géneros genera un pensamiento sobre el status quo de las cosas. De algún modo surge la pregunta acerca de qué es eso que nos hace reír y qué es aquello que nos da miedo. Diría que es la búsqueda de un espectador atento y emancipado. Alrededor de esas obsesiones y esas preguntas surge entonces este nuevo viaje.
Has definido a tu nueva película como "mutante", algo que podría aplicarse a todo tu cine... ¿ésta por qué especialmente lo es?
La defino como mutante porque la película va cambiando a lo largo de su recorrido. Así como sus protagonistas, el territorio y el paisaje van variando, ella (la película) se va contagiando de es esos estados y van mutando en su forma, en la puesta en escena. Arte, fotografía, vestuario y sonido van tomando diferentes caminos según el camino de las protagonistas derivada en nuevas aventuras o acontecimientos.
Las entradas para ¡Caigan las rosas blancas! fueron las primeras que se agotaron en el IFFR. Además de lo que provoca tu cine no puedo dejar de verlo como una toma de posición, una necesidad de juntarse en estos momentos... ¿cómo es hacer una película así de radical y libre? ¿Pensás que eso será más difícil en el futuro?
Bueno, fue realmente difícil hacer esta película y creo que es tal el estado de las cosas que será imposible volver a hacer una producción así con ese nivel de libertad en el relato. A no ser que empiecen a aparecer capitales privados dispuestos a apoyar el cine de autor. Cosa que al momento no existe en nuestro país y los fondos públicos ya no son accesibles para armar una coproducción de estas características. Lo que implica no solo la mutilación de voces y relatos, sino también la merma de trabajo para los trabajadores del cines y de todas las industrias que el hacer cine derrama.
¿Qué te impulsa a hacer películas? ¿"Eso" sigue siendo lo mismo que hace 25 años?
En algún sentido si, es exactamente lo mismo que hace 25 años, tal vez con otra consciencia sobre el propio deseo y una responsabilidad social. Pero en definitiva hago películas porque tengo alguna fe en la humanidad y creo que el lenguaje cinematográfico tiene la capacidad de abrir preguntas de un modo muy poético y político a la vez. Por esa potencia de lo cinematográfico es que sigo haciendo películas, a pesar de todo.
