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Cuatro clásicos de los noventa para disfrutar -o descubrir- en Mubi

Los años noventa fueron aquellos en las que muchos de las promesas de la década anterior lograron sus mejores películas. También una década -quizás la última- en la que la creatividad y la originalidad fueron obligatorias en el cine. Aquí, cuatro ejemplos bien variados para ver en la plataforma Mubi. 

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Ghost in the shell

Nunca estrenada en la Argentina, esta obra maesta de Mamoru Oshii va mucho más allá de lo que el espectador puede conocer del animé japonés. Ambientada en un futuro que hoy es bastante próximo -la película es de 1995- cuenta la historia de una agente policial con una mente "implantada", más un cuerpo que se acerca a lo sintético, pero que descubre lo que tiene de humano. Al mismo tiempo un policial negro, un film fantástico de aventuras y una indagación profunda sobre el sentido de la tecnología y sus implicancias, abrió caminos más allá de su género.

Fargo

Vuelta a ver, esta película de los hermanos Coen en la que un crimen se llena de vueltas de tuerca en un mundo que es al mismo tiempo cruel y satírico, un mundo en el que una sheriff embarazada (perfecto trabajo de la gran Frances McDormand, de los mejores de una carrera superlativa) resulta algo totalmente novedoso. ¿Por qué? Simple: nadie se anima a jugar tanto con el cuento y con los personajes como en ese entonces los Coen. Además de trabajos perfectos también de Peter Stormare y William Macy, Fargo es todo un paisaje cruel e irónico.

Contra viento y marea

Probablemente la mejor película de Lars Von Trier, narra la historia de una mujer que se degrada por amor y busca un milagro. Inspirada en parte en Ordet, otro clásico de otro danés -en este caso Carl Dreyer- no sólo fue la película que descubrió a casi todo el mundo el talento de Emily Watson, sino que rompió moldes en la manera de narrar, del uso de la cámara en mano, en la combinación de misticismo y erotismo -es, en cierto sentido, una indagación sobre el pecado y el martirio- e incluso en la forma en la que Von Trier dispuso los diferentes episodios de la fábula. Aún hoy sigue siendo perfecta.

Un ángel en mi mesa

Segunda película de la neocelandeza Jane Campion, la historia -real- de una mujer que se transforma en poeta para superar el dolor, alguien maltratado por una enfermedad mental inexistente que recibe un tratamiento cruel, supera con mucho su punto de partida o el retrato a veces sórdido del mundo de la protagonista para ir mucho más allá y construir un paisaje donde las oscuridades de la historia dejan, siempre, que se cuele algo de luz, algo de humor, algo de felicidad. Sus tres horas se justifican.

 

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