El cine internacional centra su mirada en el Festival de Berlín

Durante diez dias, la ciudad alemana alberga el evento 

Fjuanlima

Con la proyección de Das licht, del director alemán Tom Tykwer (a quien descubrimos en 1998 con Corre, Lola, corre y nos sorprendió codirigiendo con les Wachowski en Cloud Atlas) comienza hoy la edición número 75 del Festival Internacional de Cine de Berlín.

Se trata de un gran desafío en tanto las autoridades del evento que hasta la edición anterior lo llevaron adelante, Carlo Chatrian en la dirección artística y Mariette Rissenbeek en la ejecutiva, se alejaron de sus cargos.

Las dos funciones, la artística y la de gestión, serán cumplidas ahora por Tricia Tuttle, estadounidense de origen pero con la experiencia previa de 25 años en el BFI (British Film Institute), donde tuvo una labor destacada en lo que hace a la difusión y exhibición de películas (el Instituto lleva adelante, entre muchas cosas, un festival que ganó prestigio durante su gestión) y, en particular, en la adopción de activas políticas de inclusión y diversidad.

La vara ha quedado bien alta por cuanto Chatrian generó un cambio sustancial en la curadoría del festival, dando lugar a propuestas más independientes y de vanguardia: su previo paso por el Festival de Locarno seguramente influyó en la creación de una sección competitiva a la que denominó Encounters que, pese a la relevancia y prestigio que logró, ahora fue discontinuada.

Si bien al establishment cultural germano nunca terminó de cerrarle el cambio de rumbo propuesto por la anterior dirección artística del festival, los números parecieran haber acompañado ese viraje. En 2024 se vendieron 329.502 tickets para ver 243 películas; el número de profesionales acreditados ascendió a 17.297 (provenientes de 157 países) y 2.671 periodistas de 81 países estuvieron presentes en Berlín cubriendo la muestra.

El mencionado acento y atención que Tuttle pone a las cuestiones de género se pueden ver reflejados en los equilibrios logrados en la selección de las películas. Este año se inscribieron para participar de la Berlinale 8.084 películas, de las cuales 35% fueron dirigidas por mujeres, 56% por hombres, 3% no binarios y 6% dirección compartida o equilibrada (los porcentajes en cuanto al producción por su parte fueron de 37%, 46%, 3% y 13%, respectivamente). Frente a ello, las películas programadas -excluidas las retrospectivas y películas históricas- dan cuenta de un 38% de realizadoras frente a un 47% de directores hombres y 4% no binarios.

La nueva directora, en su carta de presentación, señaló que "En el 75º aniversario de este prestigioso y querido festival internacional de cine, reflexionamos sobre cómo el extraordinario pasado de la Berlinale sigue siendo relevante para nuestro presente.

 

La nueva directora del Festival pone a las cuestiones de género se pueden ver reflejados en los equilibrios logrados en la selección de las películas. 
La nueva directora del Festival pone a las cuestiones de género se pueden ver reflejados en los equilibrios logrados en la selección de las películas. 

 

El festival se creó en 1951 para ofrecer un espacio de encuentro al mundo que permitiera a los alemanes conectar con otras culturas y enriquecerse con ellas", y destacó: "La importancia de estos principios fundacionales nunca ha sido tan urgente. En el mundo, la gente mira hacia dentro y empieza a despreciar a quienes percibe como diferentes, como extraños".

Así, no puede sino coincidirse con la nueva autoridad de la Berlinale en cuanto a lo dicho y a que "uno de los grandes placeres y virtudes del cine es que nos ayuda a ver el mundo a través de los ojos de los demás". En ello seguramente pondrá el acento la nueva sección Perspectives (que suplanta a la desaparecida Encounters). La "novedad" es una sección competitiva para largometrajes de ficción, que este año presentará películas de orígenes tan diversos como India, México, Taiwán, Egipto, Estados Unidos y Eslovenia. Se trata 14 estrenos de largometrajes, de los cuales doce son premier mundial y dos internacional (ya tuvieron estreno en su país de origen).

La mirada programática antes señalada también puede apreciarse en la elección de la película de apertura, el Oso de Oro de honor que se otorgará a la actriz Tilda Swinton y el hecho de haber elegido al director/autor Todd Haynes (Velvet Goldmine, Lejos del paraíso, Im not there, Carol), para presidir el Jurado principal.

Las películas seleccionadas para la competencia mayor, también parecen desmentir el temor que existía en torno a un viraje hacia una mirada más concentrada en la alfombra roja, las majors y el cine mainstream de Hollywood.

La premier mundial de las últimas realizaciones de cineastas tan diversos como el estadounidense Richard Linklater (Blue moon), el coreano Hong SangSoo (What does that nature say to you), el rumano Radu Jude (Kontinental 25) y el argentino Iván Fund (El mensaje), permiten confiar en que el espacio para la convivencia y el encuentro, la búsqueda y la vanguardia, el desafío y el debate que supo representar la Berlinale va a continuar cumpliendo ese relevante rol a pesar del signo de los tiempos que corren.

Desde hoy y hasta el 23 de febrero, en una ciudad de Berlín a la que cada año le cuesta más encontrar y conservar salas de cine suficientes y adecuadas para un evento tan multitudinario, podremos confirmar o dar por erróneas estas expectativas.

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