Megalópolis, la última y visionaria gran épica de Francis Ford Coppola
Estreno. Una fábula épica romana ambientada en una América moderna imaginada
Megalópolis fue más una noticia que una película: el filme carísimo que Francis Ford Coppola pagó de su propio bolsillo y que muchos críticos destrozaron. Es cierto: la historia discurre de modo extraño (un gran arquitecto visionario y un alcalde conservador compiten por el futuro de una Nueva York alternativo -?- que recuerda al Imperio Romano), pero el despliegue visual es único.
Coppola combina el teatro, la ciencia ficción, el gran espectáculo y el discurso político para construir lo que, en el fondo, es un feliz cuento de hadas sobre un futuro posible de reconciliación entre la innovación y la tradición. Por momentos apabulla y por momentos encanta.
Y, también, por momentos se ríe de sí misma (es raro, pero el efecto final es el de ver una comedia). Ante un cine actual que parece no querer abrazar riesgo alguno, con sus defectos y todo, vale la pena.
De qué se trata la película de Coppola MegalópolisLa ciudad de Nueva Roma debe cambiar, lo que provoca un conflicto entre César Catilina, un genio artista que busca saltar hacia un futuro utópico e idealista, y su opositor, el alcalde Franklyn Cicero, que sigue comprometido con un statu quo regresivo, perpetuando la codicia, los intereses particulares y la guerra partidista.
Dividida entre ellos está la socialité Julia Cicero, la hija del alcalde, cuyo amor por César ha dividido su lealtad, obligándola a descubrir lo que realmente cree que la humanidad merece.
Trailer oficial de Megalópolis