CINE

Una película argentina entre lo más elogiado en el Festival de Cannes

Fernando E. Juan Lima

 

El Festival Internacional de Cine de Cannes es tan enorme que puede hablarse de tres o cuatro festivales que transcurren contemporáneamente. Habitualmente los medios más grandes sólo prestan atención a la alfombra roja y a las estrellas (sobre todo de Hollywood) que llegan a la Costa Azul. Pero hay mucho que sucede en las entrañas del Palais des Festivals, en las pequeñas salas y lugares de encuentro donde se compran y venden proyectos y películas, donde se define el futuro de mucho de lo que llegará al cine en el próximo año. Y más aún en las secciones paralelas del festival o en las propias de la sección oficial más alejadas del boato y del aparente brillo de las grandes producciones. Este último festival es el que más interesa a la cinefilia. Y en él, por el momento, las películas que más han llamado la atención, aquellas que perdurarán en el tiempo y no se apagarán cuando se desvanezca la luz de los flashes, son tres.

En la sección oficial Un certain regard, la película más destacada por la crítica especializada es The Damned, del ítalo-norteamericano Roberto Minervini. En la propia competencia principal Caught by the tides, del chino Jia Zhang-ke (conocido en la argentina, desde que su primer film, Platform, fuera exhibido en el BAFICI de 2000) se despega claramente de la medianía de la selección. Y, por último, la película de la que todos los críticos más relevantes del mundo están hablando en estas horas: Algo viejo, algo nuevo, algo prestado, del argentino Hernán Rosselli.

La película tuvo su premier mundial en prestigiosa Quincena de los cineastas, pocos días después de que se finalizara su corte final. Más allá de su reconocido prestigio por su labor como montajista, sus películas anteriores Mauro y Casa del teatro, con las que dialoga sin duda su nueva realización, han tenido un recorrido que explica su inclusión en el reducido espacio de las obras seleccionadas para formar parte del universo del Festival de Cannes. Algo viejo, algo nuevo, algo prestado cruza documental y ficción para relatar la historia de una familia que se dedica al juego clandestino en el conurbano bonaerense.

Hablamos con Rosselli en Cannes y nos contó que “la historia la como el proyecto de la de la película nace cuando Maribel, que es la actriz protagonista y con quien de hace muchos años zona sur nos conocemos de zona Sur, de una serie de teatros y bares que conglomeran un poco a todos los artistas de Zona Sur (músicos, artistas visuales, cineastas), en un momento se acerca y me dice que tiene un material que su papá filmó durante muchos años. Tenía una caja llena de VHS, con muchos VHS, pero un día lleva a mi casa algunos pasados a DVD; así que vimos algunos, sobre todo los primeros, que serían del año 85, 86, cuando sus padres se ponen de novios y me impresionaba muchísimo la verdad como al principio reconocía la buenos aires de La vuelta de la democracia”. Y agregó “Lo segundo que me llamó la atención es que había una idea de puesta en escena. Se trataba de una cámara profesional, con una buena óptica y alguien que estaba ejerciendo su oficio”.

Yo veo ese material y digo: con esto tenemos que hacer algo”, concluye Rosselli. Ese algo tiene que ver con una sensibilidad y una mirada que se acercan a un mundo desconocido con una verdad, o una impresión de ella, que emociona tanto como intriga. La historia (reconstruida, creada o recreada) se detiene en la vida de los Felpeto, dedicados, como dijimos al “negocio” del juego clandestino. En el presente del film, tras la muerte del padre, su mujer y su hija deben tomar las riendas del negocio familiar. Como en un film de investigación (que también lo es), las imágenes nos permiten recuperar la historia (incluso de amor) de la familia.

Estamos ante una obra mayor respecto a la cual en su laudatoria crítica Libération la define como una “ficción a partir de los archivos de una familia, con los que el director argentino construye un film nostálgico y pleno de humor sobre la economía paralela de su país”. Les inrockuptibles ha sido aún más claro, al decir que Algo viejo, algo nuevo, algo prestadoreinventa el cine de gangsters”. Crónica inspirada sobre cierto mundo del sur de nuestro conurbano bonaerense, comedia, policial y drama, estamos ante una gran película que el público argentino (conozca más o menos ese universo) seguramente disfrutará incluso más que el extranjero, al conocer mejor algunas de las coordenadas en las que sucede la deriva narrativa.

 

@fejlima

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