La irrupción de DeepSeek en el mercado de inteligencia artificial generativa desató un sismo financiero en las grandes ligas de la tecnología. Nvidia y Oracle, emblemas del sector en Estados Unidos, vivieron un lunes negro. Sus acciones se desplomaron tras conocerse que esta startup china desarrolló un modelo avanzado de IA con un presupuesto ínfimo en comparación con sus rivales estadounidenses.

El golpe más duro lo recibió Nvidia, cuyo valor de mercado cayó un abrumador 17%, marcando una pérdida récord de 589 mil millones de dólares en capitalización. Aunque un vocero de la empresa dijo que la irrupción de la IA china es "un excelente avance en inteligencia artificial", esto empujó al CEO Jensen Huang a descender del décimo al decimoséptimo puesto en el ranking de multimillonarios, viendo cómo su fortuna personal se evaporaba en 20.800 millones de dólares. Larry Ellison, el influyente presidente de Oracle, no salió mejor parado: su patrimonio se contrajo 27.600 millones, relegándolo del tercer al quinto lugar en la élite mundial de los más ricos.

• Larry Ellison, presidente de Oracle (27.600 millones de dólares menos)
• Jensen Huang, consejero delegado de Nvidia (20.800 millones de dólares)
• Michael Dell, consejero delegado de Dell (12.400 millones de dólares)
• Larry Page, cofundador de Google (6.300 millones de dólares)
• Sergey Brin, cofundador de Google (5.900 millones de dólares)
• Andreas von Bechtolsheim, uno de los primeros inversores de Google (5.400 millones de dólares)
• Elon Musk, consejero delegado de Tesla (5.300 millones de dólares)
• Thomas Peterffy, presidente de Interactive Brokers (4.100 millones de dólares)
• Henry Samueli, presidente de Broadcom (3.700 millones de dólares)
• Henry Nicholas III, cofundador de Broadcom (2.800 millones)

¿Por qué tanto alboroto? Según los informes, DeepSeek entrenó su modelo de lenguaje con una inversión de apenas 5,6 millones de dólares en unidades de procesamiento gráfico (GPUs) de Nvidia, una cifra que incluso analistas como Stacy Rasgon consideran subestimada. Este avance plantea un incómodo interrogante para los gigantes tecnológicos: ¿vale la pena seguir invirtiendo fortunas en una tecnología que ahora parece más accesible?

El lunes no solo dejó a Nvidia y Oracle tambaleando. Michael Dell, Sergey Brin, Larry Page y Elon Musk se contaron entre las víctimas del día, acumulando pérdidas que oscilaron entre los 2,8 y los 12,4 mil millones. Mientras tanto, Apple aprovechó para brillar como la excepción, con un aumento de 3% en sus acciones. Este movimiento no solo enriqueció al CEO Tim Cook en 23 millones de dólares, sino que también consolidó a Warren Buffett como el mayor ganador del día, gracias a su significativa participación en la empresa de Cupertino.

La caída de Nvidia no solo tiene que ver con DeepSeek, sino también con el escepticismo que genera la fiebre de las altísimas valoraciones en el sector tecnológico estadounidense. ¿Qué tan sostenible es el modelo actual de negocios cuando un competidor extranjero demuestra que se puede hacer más con menos?

Además, surgen preguntas clave sobre DeepSeek: ¿Cuál es su modelo de negocio? ¿Será capaz de sostener el ritmo de desarrollo? Y, sobre todo, ¿es este el inicio del fin del dominio estadounidense en inteligencia artificial?

Por lo pronto, el lunes dejó una lección clara: hasta los gigantes caen cuando alguien enciende las luces en el cuarto oscuro.