EEUU no quiere otra guerra: el rechazo a intervenir en Irán afecta a Trump
Más del 60% de los votantes, incluidos quienes apoyaron a Trump en 2024, rechazan una nueva guerra en Medio Oriente. La imagen del presidente sigue en descenso
La mayoría de los votantes estadounidenses no quiere que el país se involucre en el conflicto entre Israel e Irán. Las amenazas del presidente Donald Trump de enviar tropas a Medio Oriente generaron un rechazo amplio, incluso entre sus propios simpatizantes, y afectaron su nivel de aprobación.
Una encuesta de The Economist/YouGov, realizada entre el 13 y el 16 de junio, reveló que el 60% de los consultados se opone a una intervención militar de EEUU en el conflicto, incluyendo al 53% de quienes votaron por Trump en 2024. En ese mismo sondeo, el 54% desaprueba su gestión, mientras que solo el 41% la respalda.
En el mismo sentido, un relevamiento de Pew Research mostró que el nivel de aprobación se mantiene en 41%, con un 58% de desaprobación. Según Morning Consult, la imagen del mandatario bajó dos puntos, con un 46% de apoyo frente a un 52% de rechazo, cifras similares a las de abril y mayo, en plena caída por sus políticas arancelarias.
Respecto a su manejo de Irán, apenas un 37% de los encuestados expresó su apoyo, mientras que un 41% lo desaprueba. El dato refleja el malestar que generó su retórica bélica y deja en evidencia la fractura interna del electorado republicano.
En la serie de encuestas más recientes, los números negativos se repiten. En el estudio de Harvard CAPS/Harris, su aprobación cayó al 46%, frente a un 50% de desaprobación. La tendencia bajista se mantiene desde febrero, cuando alcanzaba un 52%. En materia de política específica, sus peores calificaciones están vinculadas al comercio (41%) y sus mejores registros aparecen en migración (49%).
La encuesta de Quinnipiac University muestra que el 53% de los votantes tiene una imagen desfavorable del presidente. Además, el 57% rechaza su iniciativa legislativa conocida como “One Big Beautiful Bill Act”, una fórmula típicamente trumpista que podría traducirse como ley del gran y hermoso proyecto. Se trata de un paquete que busca condensar varias de sus promesas de campaña —como la extensión de recortes fiscales y nuevas restricciones migratorias— en una única propuesta. La medida fue blanco reciente de críticas por parte de Elon Musk, con quien Trump sostiene un enfrentamiento público.
A pesar del desgaste, el movimiento MAGA —sigla de Make America Great Again (Hacer a EEUU grande otra vez), lema insignia del trumpismo— sigue ganando adhesiones. Según NBC News, el 36% de los votantes se identifica con esa coalición, por encima del 27% registrado en 2024. Aun así, el promedio de aprobación de Trump en lo que va de su segundo mandato se ubica en 45%, según Gallup, apenas por encima del 41% que alcanzó durante su primera presidencia y lejos del 56% que tenía Joe Biden a esta altura de su gestión.
Trump enfrenta además cuestionamientos por la filtración de planes militares, protestas por su política de deportaciones y tensiones diplomáticas. Durante una reunión con el presidente ucraniano Volodímir Zelensky, tanto Trump como su vice, JD Vance, lo increparon frente a la prensa. Otro episodio tenso se dio con el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa, a quien acusó falsamente de permitir un "genocidio" contra agricultores blancos.
El rechazo a una nueva guerra, las señales de fatiga social y las caídas sostenidas en las encuestas plantean un escenario complejo para el presidente, que sigue apostando al endurecimiento del discurso como eje de su gestión.