Estados Unidos busca detener la teoría de los ovnis, pero sigue el misterio de los globos
El derribo de los objetos voladores no identificados por aviones estadounidenses deja muchas dudas sin resolver. Mientras crece la tensión diplomática con China, la Casa Blanca confirmó que creará un equipo que estudie los objetos en el aire y sus posibles riesgos de seguridad
La Casa Blanca busca asegurarle al mundo que Estados Unidos no está lanzando naves extraterrestres del cielo. Sin embargo, el misterio de los objetos voladores no identificados deja muchas dudas sin resolver.
El 4 de febrero, el ejército estadounidense derribó un globo espía chino después de que se desviara hacia el espacio aéreo norteamericano, frente a la costa de Carolina del Sur.
En los días transcurridos desde entonces, se rastrearon los cielos en busca de otros objetos que no fueran captados por los radares, lo que condujo a un número sin precedentes de tres derribos en los tres días transcurridos entre el viernes y el domingo, según informó Reuters.
Estos hechos desencadenaron una crisis política, ya que tensaron los lazos entre Washington y Pekín, llevando al máximo diplomático estadounidense a posponer un viaje a China.
Si bien las Fuerzas Armadas norteamericanas anunciaron el lunes que recuperaron componentes electrónicos críticos del globo, otros detalles significantes todavía no presentan respuesta.
Cuando se le preguntó a los informantes de la administración de Joe Biden si relacionan los sucesos con la participación extraterrestre, el senador Mitt Romney (R., Utah) dijo: "No creo que tengas suficiente información para decir eso", esbozando una sonrisa.
Los funcionarios estadounidenses aún no saben cómo se propulsaron los objetos o quién los envió, pero comentaron que "probablemente eran inofensivos y ciertamente de este mundo".
“Necesitamos saber mucho más sobre lo que está volando sobre nuestras cabezas”, afirmó Arthur Holland Michel, miembro principal del Consejo Carnegie para la Ética en Asuntos Internacionales. "Cosas que vuelan en el cielo... nos asusta de una manera primaria", agregó.
Opiniones de los funcionarios estadounidensesAlgunos legisladores no descartarían la actividad extraterrestre, tal vez porque no quieren alienar a los votantes preocupados que los están inundando con preguntas sobre la posibilidad de invasores del cielo.
“Fui de compras este fin de semana cuando estaba en casa, y debo decir que esa fue la pregunta más frecuente que recibí”, afirmó la senadora Katie Britt (R., Alabama), cuando fue consultada sobre la posible participación de extraterrestres.
Por su parte, el senador Mark Kelly (D., Ariz.), quien estuvo en el espacio como astronauta, manifestó que no podía confirmar ningún encuentro cercano: “No los vi”, dirigiéndose directamente al ascensor después de las votaciones. “¿Entonces si son verdes? ¿Tienen los ojos grandes? Yo diría que sí”, bromeó mientras las puertas del ascensor se cerraban.
La conversación sobre posibles visitantes extraterrestres fue alimentada por el misterio que rodea a los objetos. Después de derribar el mito del globo de vigilancia chino a principios de este mes, los políticos están mostrándose mucho menos comunicativos sobre los contactos posteriores.
En tanto, la comunidad que cree en los extraterrestres recibió un incentivo en relación con los descubrimientos de la semana pasada.
“Si son los visitantes no me sorprenderá. Aprendí hace mucho tiempo a nunca dudar de esa presencia notable, compleja y secreta”, comentó Whitley Strieber, un escritor presuntamente secuestrado por extraterrestres en 1.985.
Mientras que Mark Rodeghier, el director científico del Centro de Estudios OVNI, se mostró escéptico y manifestó que no vio evidencia de que estos sean "fenómenos OVNI centrales", en parte porque los militares pudieron derribarlos con meros misiles.
Estados Unidos y los objetos voladores
Estados Unidos se encontró en un frenesí por los objetos voladores a lo largo de las últimas décadas. En julio de 1952, una serie de avistamientos sobre la capital de las luces brillantes hizo que las autoridades sacaran aviones F-94 de la Base de la Fuerza Aérea New Castle de Delaware. Los pilotos no pudieron encontrar nada. Un titular en la portada de The Washington Post decía: “‘Saucer’ Outran Jet, Pilot Says; La Fuerza Aérea pone fin a la investigación”.
El general Glen VanHerck, comandante del Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte y del Comando Norte de Estados Unidos, revivió las preocupaciones sobre una posible guerra de los mundos. El pasado domingo le expresó a los periodistas que "no descartaba nada, incluida la participación extraterrestre", y añadió que "dejaría que la comunidad de inteligencia y la comunidad de contrainteligencia lo descubran".
Los avistamientos informados de fenómenos aéreos no identificados, conocidos popularmente como ovnis, aumentaron significativamente en los últimos dos años, y casi la mitad de los nuevos avistamientos siguen sin explicación, expusieron las agencias de espionaje estadounidenses y el Pentágono en un informe publicado el mes pasado.
Los objetos que Estados Unidos derribó la semana pasada no estaban tripulados y no se detectaron señales de comunicación, según funcionarios del Departamento de Defensa.
Algunos republicanos pidieron que el presidente diera un discurso nacional para anular los temores de cualquier cosa. La secretaria de prensa del presidente Biden, Karine Jean-Pierre, trató de aplacar los rumores fuera de este mundo el lunes y declaró entre risas: “Sé que hubo preguntas e inquietudes sobre esto, pero no hay, de nuevo, ninguna indicación. de extraterrestres o actividad extraterrestre con estos derribos recientes”.
La Casa Blanca confirmó que planea crear un equipo que se espera que estudie los objetos en el aire y los posibles riesgos de seguridad que plantean. El nuevo grupo comprendería elementos del Pentágono, la Administración Federal de Aviación, el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias gubernamentales, reafirmaron funcionarios estadounidenses.
Globos: usos banales y estratégicosA la hora de hablar de su utilidad cotidiana, los globos presentan diversas funciones. Por su colorido, se usan en acontecimientos como recitales, fiestas, ferias, inauguraciones o eventos deportivos.
Sin embargo, también representan otros usos. En cualquier momento, es probable que miles de globos estén salpicando el cielo, haciendo de todo, desde el monitoreo del clima mundano hasta la recopilación de inteligencia encubierta. Aunque la tecnología tiene siglos de antigüedad, los globos industriales siguen siendo un método confiable para lanzar objetos al cielo rápidamente a bajo costo.
Todos los días, cientos de pequeños globos ayudan con el pronóstico del tiempo, comentó Jesse Geffen, gerente de Kaymont Consolidated, que proporciona globos meteorológicos al gobierno estadounidense.
Estos globos, que miden alrededor de seis pies de diámetro, a un costo de aproximadamente 40 dólares, generalmente se llenan con helio o hidrógeno y se elevan a aproximadamente 1.000 pies por minuto. Un pequeño sensor mide la temperatura, la humedad, la velocidad y la dirección del viento y envía las lecturas a las estaciones del Servicio Meteorológico Nacional en tiempo real, comentó Geffen.
Estos cuerpos de superficie curva también tienen una historia en el espionaje. Ya en el siglo III, los estrategas chinos enviaban linternas al aire para advertir a las ciudades de un ataque inminente. Durante la Guerra Civil, el cuerpo de globos del Ejército de la Unión empleó a científicos civiles para volar en globos llenos de gas para obtener inteligencia sobre el Ejército Confederado.
El globo espía de China, parte de una vasta operación de vigilancia, es más moderno. Los expertos en globos dicen que probablemente era similar a los globos estratosféricos, que se usan con frecuencia para la investigación científica civil.
Estos globos llenos de helio pueden volar hasta aproximadamente 100.000 pies en el cielo, utilizando sensores alimentados por paneles solares para vigilar.
En tanto, el ejército y los científicos de Estados Unidos usan globos de gran altitud por innumerables razones, según Russ Van Der Werff, vicepresidente de programas estratosféricos de Aerostar, que proporciona globos a la NASA y al ejército.
El más grande, de aproximadamente 800 pies de ancho y 60 millones de pies cúbicos de volumen, es desplegado por la NASA para transportar telescopios espaciales pesados a más de 100.000 pies hacia el cielo y monitorear cómo reacciona el equipo en condiciones similares a las del espacio.
El ejército usa otros más pequeños de Aerostar para crear redes de comunicación móvil en zonas muertas, mientras que las agencias de socorro en casos de desastre pueden impulsar la conectividad de teléfonos celulares en lugares devastados por huracanes.
Van Der Werff confirmó que sus clientes tienen que registrar los planes de vuelo en la Administración Federal de Aviación, al igual que los pilotos y afirmó: “Ciertamente, no perdimos ningún globo, ni tuvimos ningún derribo últimamente”.
Varias compañías están tratando de usar globos para el turismo y enviar humanos a aproximadamente 10.,000 pies en el cielo, lo suficientemente alto como para ver la curvatura del planeta.
World View, una empresa con sede en Arizona, fabrica globos para transportar sensores y equipos hacia el cielo, y su nave más grande es de hasta 18 millones de pies cúbicos, lo suficientemente grande como para que quepa un estadio de fútbol en su interior, según Ryan Hartman, director de la empresa.
Mientras que Zero2Infinity, una compañía de tecnología de globos con sede en Barcelona, también está explorando el turismo, según José Mariano López Urdiales, su director ejecutivo. Su globo, que alcanza los 130 pies de diámetro, levantaría una cámara en forma de dona de aproximadamente 110.000 pies en el cielo que puede albergar a dos pasajeros y dos pilotos.
