Impulsan construcción de 300 mil viviendas en Reino Unido
El anuncio del primer ministro Keir Starmer busca relanzar su cuestionada gestión de gobierno
El primer ministro británico, Keir Starmer, anunció un plan para construir unas 300 mil nuevas viviendas en el Reino Unido, con el objetivo de "restaurar el sueño de la vivienda en propiedad para miles de familias".
Starmer lanzó el plan previo al comienzo del congreso anual del Partido Laborista, que tendrá lugar en Liverpool hasta el miércoles próximo.
"Mi Gobierno laborista derribará los obstáculos para que se construyan casas, levantando la próxima generación de nuevas ciudades", afirmó Starmer, que dijo que la propuesta es parte de "la renovación nacional en acción".
El plan prevé comenzar la construcción de tres nuevos núcleos urbanos en Tempsford (este de Inglaterra), Crews Hill (norte de Londres) y Leeds South Bank (norte inglés), referenciados en la expansión residencial que emprendió el entonces primer ministro laborista, Clement Attlee, al concluir la Segunda Guerra Mundial.
El gobierno laborista prevé que en su conjunto, el programa podría sumar unas 300.000 viviendas en las próximas décadas, para lo cual se impulsarán distintas reformas legales para acelerar los permisos, aumentar la oferta y desbloquear la inversión en el sector inmobiliario y de construcción.
El plan define que las futuras ciudades deberán contar con al menos 10.000 viviendas -con un mínimo del 40% para los sectores populares- y servicios como centros de salud, escuelas, espacios verdes, bibliotecas y conexiones de transporte.
Más alternativas
Asimismo se busca combinar inversión pública y privada y que cada ciudad tenga una identidad propia, diseñada con arquitectos de prestigio, informa el gobierno británico.
Un informe realizado por expertos identificó una docena de posibles emplazamientos adicionales, desde Adlington (norte inglés) hasta Thamesmead (Londres), que ahora serán evaluados en estudios medioambientales antes de decidir su viabilidad.
El Reino Unido, al igual que otros países de Europa, arrastra desde hace años una aguda crisis de vivienda, debido a que los precios de compra aumentaron muy por encima de los salarios, el parque de alquiler social se redujo y la oferta de nuevas construcciones no cubre la creciente demanda.