COSTO DEL DINERO

Nueva baja de tasas del BCE marca un cambio de ciclo monetario en la Unión Europea

Con la rebaja de diciembre de 25 puntos básicos, la cuarta este año, la tasa de referencia en el bloque llega al 3%

BAE Negocios

El Banco Central Europeo (BCE) redujo los tipos de interés en 25 puntos básicos, ubicando la tasa de depósito en un 3%, marcando el cuarto recorte consecutivo del año. Este ciclo acumulativo de disminuciones ya suma un total de 100 puntos básicos, con el tipo principal de refinanciación en 3,15% y la ventanilla de emergencia en 3,4%. La medida, esperada por los mercados, inaugura un período desafiante para la política monetaria de la eurozona, donde se proyecta un posible descenso del precio del dinero por debajo del 2% para 2025. Sin embargo, esta perspectiva enfrenta oposición dentro del Consejo de Gobierno, que prioriza combatir la inflación y reservar herramientas para eventuales crisis económicas.

 

Expectativas de inflación y proyecciones

Las previsiones del BCE ajustan ligeramente a la baja las tasas inflacionarias. El personal técnico anticipa una inflación general del 2,4% en 2024, del 2,1% en 2025, y del 1,9% en 2026, con un repunte a 2,1% en 2027, vinculado al sistema ampliado de comercio de derechos de emisión de la UE. Estos cálculos muestran una moderación respecto a las proyecciones de septiembre. Para la inflación subyacente, que excluye energía y alimentos, se prevé una disminución más pronunciada: del 2,9% en 2024 al 1,9% en 2026.

A pesar de esta desaceleración, los salarios y precios en sectores específicos aún reflejan el impacto inflacionario reciente. Desde Bank of America consideran que el BCE mantiene un enfoque "dovish" al priorizar la neutralidad monetaria a largo plazo, mientras persisten riesgos modestos a la baja para el euro.

 

Crecimiento económico

El crecimiento de la eurozona muestra señales de enfriamiento. Las proyecciones actualizadas del BCE indican un PIB del 0,7% en 2024, del 1,1% en 2025 y del 1,3% en 2027, con recortes de hasta dos décimas en comparación con estimaciones anteriores. Este menor dinamismo se atribuye a una recuperación económica más lenta, a pesar del repunte en el tercer trimestre de 2024.

Los funcionarios del BCE sostienen que los ingresos reales y la inversión empresarial serán motores clave para estimular la demanda interna, mientras los efectos de la política monetaria restrictiva se atenúan gradualmente. Sin embargo, indicadores como los PMI, que han caído por debajo de 50, reflejan una desaceleración persistente en la confianza económica, destacando el delicado equilibrio que el BCE debe gestionar entre crecimiento e inflación.

 

Opiniones divididas

Aunque algunos analistas consideran que las herramientas actuales del BCE tienen margen para futuras reducciones, otros expresan cautela. Desde CaixaBank Research destacan que la desinflación podría encontrar obstáculos ante mercados laborales sólidos y precios de servicios aún elevados. Por su parte, expertos de Generali advierten sobre las posibles repercusiones de aranceles estadounidenses en 2025, así como tensiones políticas en Francia y Alemania.

El estratega Mathieu Savary, de BCA Research, enfatiza que el BCE debe mantener una relajación constante para conservar munición ante escenarios de guerra comercial o crisis políticas. Sin embargo, Gilles Moëc, de AXA IM, critica la postura de "guardar pólvora seca" como un mensaje que podría erosionar la confianza del mercado en la capacidad del BCE para responder a desafíos futuros.

 

Conclusión

El BCE enfrenta un panorama económico complejo, marcado por la necesidad de equilibrar medidas que impulsen el crecimiento sin comprometer el control de la inflación. Aunque se esperan recortes graduales en las tasas de interés, la dependencia de datos y la incertidumbre política demandan una estrategia cautelosa y adaptable. En este contexto, el BCE emerge como una fuente de estabilidad, mientras redefine su rol en una eurozona que lidia con crecientes tensiones internas y externas.

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