Se confirma la baja de la inflación en la eurozona
En marzo, el nivel de precios se ubicó en el 2,4% frente al 2,6% de febrero, según los datos oficiales de Eurostat, y hay más presión sobre el BCE para bajar las tasas de interés
La inflación de la zona euro siguió bajando en marzo, ubicándose en el 2,4% frente al 2,6% de febrero, según la lectura definitiva del índice de precios al consumo (IPC) publicada por Eurostat.
En tanto que la inflación subyacente se redujo al 2,9%, en línea con la estimación preliminar.
Los datos de marzo suponen el menor incremento del costo de la vida en la región desde el pasado noviembre, cuando la referencia marcó mínimos desde el verano de 2021. Con este dato, la inflación de la eurozona está cada vez más cerca del objetivo del 2% que se marcó el Banco Central Europeo (BCE) para empezar a rebajar los tipos de interés.
De hecho, la presidenta del organismo, Christine Lagarde, dijo en las últimas horas que espera que los recortes lleguen a corto plazo. Asimismo, en el conjunto de la Unión Europea, la tasa de inflación interanual se moderó en marzo hasta el 2,6% desde el 2,8% de febrero, la menor suba de los precios entre los Veintisiete desde julio de 2021.
Tendencia
Entre los países de la UE, las menores lecturas interanuales de inflación en marzo correspondieron a Lituania (0,4%), Finlandia (0,6%) y Dinamarca (0,8%), mientras que las subas de precios más intensas se registraron en Rumanía (6,7%), Croacia (4,9%), Estonia y Austria (ambos 4,1%).
La tasa de inflación de la zona euro al descontar el impacto de la energía fue del 2,9%, frente al 3,3% de febrero de 2024, mientras que, al excluir también los alimentos, el alcohol y el tabaco, la tasa subyacente bajó al 2,9% desde el 3,1 por ciento.
"Los datos confirman que la tendencia desinflacionaria está en marcha, respaldando las expectativas de un recorte de tipos en junio", expresan en Oxford Economics. "No es necesario que todos los componentes del IPC alcancen el objetivo del 2% antes de comenzar los recortes de tipos y, si bien los datos salariales pueden seguir siendo la métrica más relevante, la cuestión clave es el ritmo de los recortes y no el casi seguro recorte de junio", añaden.