El líder ultraderechista y exmandatario de Brasil, Jair Bolsonaro, rechazó cualquier vínculo con una supuesta trama golpista para derrocar y asesinar al presidente Luiz Inácio Lula da Silva tras las elecciones de 2022. En declaraciones realizadas en el aeropuerto de Brasilia, Bolsonaro afirmó: "Nunca he hablado de un golpe de Estado con nadie. Hablar de eso es una locura".

Las declaraciones de Bolsonaro llegan luego de que la Policía Federal de Brasil emitiera un informe acusándolo formalmente junto a 37 personas, entre ellas 25 militares y siete generales, de intentar abolir violentamente el Estado democrático de derecho y organizar una estructura criminal. De ser hallados culpables, las penas podrían oscilar entre los 12 y 28 años de prisión.

 

"Una locura hablar de Golpe"

En un intento por desmarcarse de las acusaciones, Bolsonaro enfatizó las consecuencias negativas de un golpe para el país. "El día después de un posible golpe traería tantas dificultades para Brasil que nadie lo querría. Es una locura hablar de esto, dios mío", afirmó.

El expresidente también reiteró su compromiso con la legalidad: "Nunca haría nada fuera de las cuatro líneas de la Constitución. Todo se puede resolver dentro de ese marco".

Bolsonaro calificó las acusaciones como "absurdas", argumentando que un golpe de Estado no podría ser ejecutado por un grupo reducido de oficiales y generales. "Tienen que estar involucradas todas las Fuerzas Armadas, de lo contrario no hay golpe", aseveró.

 

Niega planes magnicidas

En respuesta al informe policial que menciona un supuesto plan para arrestar o asesinar a Lula, al vicepresidente Geraldo Alckmin y al juez Alexandre de Moraes, Bolsonaro negó cualquier conocimiento o participación. "Es algo grave lo que están diciendo, pero no tiene fundamento", afirmó.

Cuando se le preguntó si temía ser arrestado, el exmandatario replicó: "Me podría arrestar ahora, cuando salga de aquí [del aeropuerto]".

 

Investigaciones

El informe de la Policía Federal acusa a los involucrados de haber organizado un intento de golpe que incluyó actos violentos, como el ataque a las sedes de los tres poderes en Brasilia en enero de 2022. Este episodio marcó uno de los momentos más tensos de la transición política en el país.

Mientras la investigación avanza, el caso pone nuevamente bajo escrutinio el legado político de Bolsonaro y las tensiones que persisten en el Brasil post-electoral.

 

Detalles 

La Policía Federal documentó una presunta conspiración que involucraba reuniones clandestinas y estrategias para eliminar básicamente a Lula, Alckmin y de Moraes. Entre las evidencias destacan menciones a la fabricación de venenos y seguimientos de rutina a los objetivos para determinar patrones de movimiento.

El informe también reveló una supuesta hoja de ruta para neutralizar a estos líderes y garantizar el éxito de un golpe de Estado. En este esquema, se acusa la participación de 37 personas, incluyendo 25 militares, siete generales y 18 oficiales, con roles clave en la planificación y ejecución de la conspiración.