INFLACIÓN

Brasil registró baja de precios récord

Se desaceleró en agosto la tendencia inflacionaria de la principal economía latinoamericana, aunque sigue muy lejos de los objetivos del Banco Central de ese país

BAE Negocios

Brasil reportó la mayor contracción de los precios al consumidor de la que se tenga registro, evidenciando que las medidas antiinflacionarias de Jair Bolsonaro parecen traer cierto alivio antes de las elecciones.

Los datos oficiales mostraron que los precios disminuyeron un 0,73% a mediados de agosto. Se trata del mayor descenso en la serie de datos que se remonta a 1991, aunque la baja estuvo por debajo de la estimación de -0,83% de un grupo de analistas encuestados por Bloomberg. Mientras que la inflación anual se situó en un 9,60%, un fuerte descenso frente a la tasa de 11,39% de principios de julio.

Con la campaña presidencial oficialmente en marcha, Bolsonaro espera que un paquete de ayuda por un total de cerca de 8.000 millones de dólares mejore su posición frente a su principal rival, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. Un pilar de su programa de ayuda limita los impuestos sobre los servicios públicos y el combustible para aliviar temporalmente la presión sobre las billeteras de los brasileños.

Por su parte, el banco central ha elevado su tasa de interés en 11,75 puntos porcentuales desde marzo de 2021 en respuesta a una serie de impactos de precios a raíz de la pandemia. El banco está evaluando una última alza de tasas en septiembre a medida que se acerca al final de su ciclo de ajuste.

 

Preocupaciones

Si bien el Gobierno ha logrado algunos avances en su lucha contra la inflación en las últimas semanas, los precios aún se mantienen muy por encima de los objetivos de 3,5% y 3,25% para este año y el próximo, respectivamente.

Bolsonaro aún no ha logrado que su popularidad aumente significativamente entre los votantes ni siquiera después de que el dinero para la pieza central de su programa –mayores subsidios en efectivo para los pobres– comenzó a entregarse este mes.

Mientras tanto, a los economistas les preocupa que la tensión adicional sobre las cuentas públicas de Brasil pueda, en última instancia, avivar los precios a largo plazo. Ambos candidatos han señalado que extenderían la ayuda el próximo año si son elegidos.

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