Con el "cierre del gobierno" Trump profundiza la polarización política en Estados Unidos
El shutdown podría afectar incluso las decisiones de la Reserva Federal sobre política monetaria
Esta madrugada, Estados Unidos inició un nuevo capítulo de incertidumbre con el cierre del gobierno federal, el decimoquinto "shutdown" desde 1981, en un clima de acusaciones cruzadas. Esto era previsible, dada la negativa del presidente Donald Trump a negociar con los legisladores demócratas, a quienes les adjudicó la responsabilidad de la crisis. La oposición, por su parte, le apuntó a la Casa Blanca y a los republicanos por bloquear los fondos necesarios para sostener servicios públicos esenciales.
El núcleo de la disputa gira en torno a la política de salud. Mientras los demócratas reclamaban más fondos, Trump rechazó cualquier cambio y convirtió el tema en una pulseada partidaria que paralizará gran parte de la administración. En consecuencia, unos 750.000 empleados federales comienzan una licencia sin goce de sueldo, un golpe de 400 millones de dólares diarios en salarios retenidos. Quienes cumplen funciones esenciales, como militares, agentes de seguridad nacional y controladores aéreos, deberán seguir trabajando pero sin cobrar, hasta que se apruebe un nuevo presupuesto y perciban sus salarios atrasados.
Precedente
Pero el impacto también se sentirá en el sector privado. Las aerolíneas anticiparon demoras por la sobrecarga en el sistema de control aéreo, mientras los sindicatos advirtieron que los trabajadores obligados a prestar servicio sin remuneración llevarán el conflicto a los tribunales.
El antecedente más largo de un cierre ocurrió durante la primera presidencia de Trump, con 35 días de parálisis entre diciembre de 2018 y enero de 2019. Analistas advierten que esta vez podría repetirse un escenario similar, dado que la Casa Blanca no solo rechazó negociar sino que también amenazó con despedir más empleados federales y cancelar programas impulsados por la oposición. "Vamos a despedir a mucha gente. Serán demócratas", afirmó Trump antes de la votación.
Mercado laboral
El presidente reconoció que "lo último" que buscaba era un cierre, pero insistió en que podría generar "beneficios" al eliminar programas que calificó como innecesarios y atribuyó a la agenda demócrata. En plena polarización política, el mandatario intensificó el enfrentamiento al vincular el debate presupuestario con disputas culturales sobre migración, género y deportes, lo que profundizó la confrontación en el Congreso.
La crisis llega en un contexto de debilidad laboral. El único dato disponible de septiembre, generado por la consultora privada ADP, mostró una destrucción neta de 32.000 empleos, en contraste con la creación de 52.000 puestos que esperaba el mercado. La corrección a la baja del informe de agosto agravó la preocupación y generó alarma en Wall Street. Y dado que el shutdown afecta también a la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) del Departamento de Trabajo, la Reserva Federal deberá definir su política monetaria con información incompleta.