A pesar de las amenazas, Trump continúa su agenda de campaña con casi una docena de eventos dirigidos a restar protagonismo a la Convención Nacional Demócrata, situados en estados clave para las próximas elecciones. Allí se dejó ver un patrón de seguridad estricta, que refleja una gran preocupación del expresidente. 

En su aparición más reciente, celebrada al aire libre en Asheboro, Carolina del Norte, Trump se dirigió a sus seguidores desde un escenario protegido por cristales blindados, mientras múltiples francotiradores vigilaban desde los edificios cercanos. 

Esta medida de seguridad extrema responde al intento de atentado sufrido el mes pasado en un mitin en Butler, Pensilvania, donde un hombre armado disparó desde un tejado cercano, hiriendo a Trump y matando a un espectador.

Trump con el vidrio blindado 

El Servicio Secreto de Estados Unidos incrementó las medidas de seguridad para Trump, transportando paneles de vidrio a prueba de balas a distintos puntos del país para su uso en los eventos de campaña del expresidente. 

Tradicionalmente, estas medidas se aplican únicamente a presidentes en ejercicio, pero tras el atentado en Butler, se realizaron también para Trump. Esta decisión llevó a que el expresidente realice mayormente actos en recintos cerrados, minimizando los riesgos de atentados en espacios abiertos.

Este martes el candidato republicano a la vicepresidencia, el senador JD Vance, también habló detrás de un cristal blindado, siendo la primera vez que lo hace en su propio acto de campaña.

Durante el mitin que tuvo lugar en Asheboro (Carolina del Norte) la semana pasada, Vance sí tenía cristal, pero ese fue un acto conjunto con el expresidente. Por lo que parece, las medidas son para ambos.

Vance dentro del espacio de vidrio blindado