Donald Trump ya no coquetea con aumentar los impuestos a los ricos
Donald Trump declaró que “ama el concepto” de subir impuestos a millonarios, pero alertó que podría no ser “aceptable para el público” y teme que lo usen en su contra
En una entrevista con Time centrada en sus primeros 100 días de gobierno, el presidente Donald Trump expresó su respaldo teórico a una idea impensada dentro de su partido: aumentar los impuestos a los millonarios. Aunque defendió la propuesta como una forma de aliviar la carga fiscal de la clase media, pero se excusó en que podría generar resistencias tanto políticas como sociales, en referencia a su propio electorado.
“Me encanta el concepto, en realidad me encanta”, dijo Trump, al ser consultado sobre una posible suba del gravamen para quienes ganan más de un millón de dólares anuales. Sin embargo, advirtió: “No quiero que lo usen políticamente en mi contra, porque vi a gente perder elecciones por menos, especialmente con las noticias falsas”.
Trump consideró que un eventual aumento impositivo “no haría tanta diferencia” desde el punto de vista económico, pero agregó que podría ser una jugada peligrosa en el tablero político. “Podría ver a alguien tratando de usar eso como tema, y, ya sabés, decir: ‘Oh, él subió los impuestos’. Bueno, no lo sería, en el verdadero sentido, no lo sería. Estaría subiéndolos a los ricos para cuidar a la clase media”, afirmó.
El presidente también sugirió que no tendría inconvenientes personales en aportar más al fisco: “No me importaría pagar más”. Pero volvió a poner en duda la viabilidad social de la medida: “Es un concepto que puede no ser aceptable para el público”.
Así lo publicó Time:
— Algunos republicanos están considerando aumentar los impuestos a los millonarios en el paquete que planea aprobar para extender sus recortes fiscales de 2017. ¿Apoya esa idea?
— Bueno, te diré, ciertamente no me importa que haya un aumento de impuestos, y la única razón por la que no lo apoyaría es porque vi a Bush, cuando dijo “lee mis labios” y perdió una elección. De todos modos, habría perdido, pero lo golpearon bastante fuerte. Me sentiría honrado de pagar más, pero no quiero estar en una posición en la que perdamos una elección porque fui generoso, pero yo, como persona rica, no me importaría pagar, y sabes, estamos hablando de muy poco. Hablamos de un punto. No hace mucha diferencia, y aun así, puedo imaginar a alguien tratando de sacar ese tema, y, sabes, diciendo, “Oh, él subió los impuestos”. Bueno, realmente no lo estaría, sabes, en el sentido verdadero, no lo estaría. Los estaría subiendo a los ricos para cuidar a la clase media. Y amo ese concepto, pero no quiero que se use en mi contra políticamente, porque he visto a gente perder elecciones por menos, especialmente con las noticias falsas.
— ¿Cree que ayudaría a cubrir el costo que se perdería por eliminar los impuestos sobre las propinas y algunas de estas otras propuestas?
— Bueno, eso podría cubrirlo. Mira, eso podría hacerlo, pero personalmente no me importaría pagar más. Pero el concepto es algo que puede no ser aceptable para el público.
Un día después de la entrevista con Time, Trump endureció su postura frente a la prensa. Aseguró que una suba de impuestos para millonarios “sería muy disruptiva, porque muchos millonarios se irían del país”. Argumentó que “con el transporte tan rápido y tan fácil, se van de los países”.
Mientras tanto, en el Congreso, algunos legisladores republicanos analizan la posibilidad de crear una nueva categoría impositiva del 40% para ingresos superiores al millón de dólares. La propuesta implicaría romper con el dogma fiscal del partido y revertir parcialmente los recortes de impuestos impulsados por el propio Trump en 2017. En caso de no extenderse, esos beneficios caducarían a fin de año, devolviendo la tasa máxima al 39,6%, desde el 37% vigente, que hoy afecta a hogares con ingresos superiores a 609.351 dólares.
Dentro del oficialismo, la propuesta genera divisiones y no todos están dispuestos a acompañar un cambio que implicaría volver sobre los pasos de la reforma estrella del expresidente durante su primer mandato. La posibilidad de un giro fiscal sigue siendo un tema caliente en la interna republicana.