El BCE mantendría por más tiempo su política de suba de tasas
La persistente inflación subyacente está haciendo pensar a los economistas que habrá alzas más fuertes de los tipos de interés antes de que comiencen a bajar
El Banco Central Europeo (BCE) mantendrá las tasas de interés en su punto máximo durante más tiempo de lo que se pensaba anteriormente, ya que persisten las presiones inflacionarias subyacentes.
Ahora se prevé que el primer recorte en la tasa de depósito —que todavía se espera que alcance un máximo de 3,75% en el verano boreal— se realizará en el segundo trimestre de 2024, en comparación con las predicciones anteriores que apuntaban al primer trimestre, mostró una encuesta realizada del 5 al 11 de mayo por la agencia Bloomberg.
Este escenario se ve reforzado por las expectativas de que la inflación subyacente, que actualmente es el indicador de precios favorito de los banqueros centrales, tardará más en reducirse y se mantendrá en 2,4% en el cuarto trimestre del próximo año, muy por encima del objetivo oficial de 2% para la inflación general.
Los resultados subrayan la preocupación de muchos banqueros centrales sobre la naturaleza persistente de la inflación subyacente. El BCE elevó su tasa de depósito en 25 puntos básicos a 3,25% este mes y se comprometió a llevar los costos de endeudamiento a “niveles suficientemente restrictivos” y mantenerlos allí durante “el tiempo que sea necesario” para controlar los precios.
Algunos miembros del BCE han comenzado a expresar su discrepancia con las apuestas del mercado de que las tasas podrían reducirse la próxima primavera. El jefe del banco central de Letonia, Martins Kazaks, dijo la semana pasada en una entrevista que tales apuestas eran “significativamente prematuras”.
Kazaks y otros dicen que aumentos de un cuarto de punto en junio y julio —que la mayoría de los analistas predicen— pueden no ser suficientes para vencer la inflación de manera concluyente. El presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, dijo el viernes que es posible que el BCE deba seguir endureciendo la política monetaria “después de las vacaciones de verano”.