El gobierno alemán congela el gasto por dificultades presupuestarias
Un fallo judicial le impide al gobierno cambiar el destino de partidas destinadas originalmente a la pandemia, lo que obliga a recortar ayudas al sector empresario
El gobierno alemán dispuso congelar la mayoría de los nuevos compromisos de gasto, lo que varios funcionarios consideraron un paso necesario ante la profunda crisis presupuestaria que atraviesa la coalición del canciller Olaf Scholz.
La planificación de gastos del gobierno sufrió un duro golpe debido a una sentencia judicial de la semana pasada que impide al ejecutivo transferir 60.000 millones de euros (65.000 millones de dólares) en fondos no utilizados de la pandemia hacia iniciativas ecológicas, lo que podría privar a parte de la industria alemana de subsidios para mantener su competitividad en una economía débil.
El fallo judicial complica a la coalición tripartita de Scholz, que enfrenta a los Verdes, partidarios del gasto, con los "halcones" de un partido fiscalmente conservador como los Demócratas Libres (FDP), respecto de si suspender o no los límites autoimpuestos a la obtención de nueva deuda.
El Ministerio de Hacienda congeló las futuras promesas de gasto en casi todo el presupuesto federal, según se desprende de una carta del secretario de Estado de Presupuesto, en una señal de la seriedad con la que se está tomando las posibles consecuencias para sus finanzas.
Efectos
La medida se aplica a todos los ministerios y a un fondo de 200.000 millones de euros creado para ayudar a las empresas a superar la pandemia y la crisis energética tras la invasión rusa de Ucrania.
El fondo también se ve amenazado ahora por un posible desafío legal de los democristianos (CDU), principal partido de la oposición, que la semana pasada presentaron con éxito una demanda contra el fondo climático de 60.000 millones de euros.
El ministro de Economía, Robert Habeck, advirtió que la sentencia judicial podría afectar gravemente a la capacidad de Alemania para apoyar a su industria a través de una transición ecológica y evitar que los puestos de trabajo y la creación de valor se trasladen al extranjero.
"Estos fondos no son un complemento del que se pueda prescindir despreocupadamente (...) la pérdida para la economía si no se invirtiera ahora sería aún mayor", declaró Habeck en una rueda de prensa en una cumbre digital en la ciudad de Jena.
Polémica
Kevin Kuehnert, alto cargo del Partido Socialdemócrata (SPD) de Scholz, se sumó a quienes piden al gobierno que suspenda el freno a la deuda, consagrado constitucionalmente, para liberar más gasto. El ministro de Hacienda, Christian Lindner, se opone a tal medida.
Recortar 60.000 millones de euros del presupuesto "invirtiendo la transformación de nuestra sociedad, dejando de apoyar a las empresas en la competencia internacional y perdiendo así puestos de trabajo en Alemania, no es algo para lo que el SPD haya sido elegido", declaró Kuehnert.
No obstante, en una aparente muestra de unidad, Habeck, de Los Verdes, y Volker Wissing, ministro de Asuntos Digitales del FDP, destacaron su buena relación de trabajo en la conferencia digital.