ECONOMÍA

El gobierno británico rechazó un relajamiento fiscal

La ministra Rachel Reeves señaló que el dinero público debe gastarse "con sensatez"

BAE Negocios

La ministra británica de Economía, Rachel Reeves, instó a los ciudadanos a confiar en su capacidad para gestionar las finanzas públicas, en el marco de su participación en el congreso anual del Partido Laborista, que se desarrollará hasta mañana en Liverpool. Reeves, cuya gestión se cuestiona por la falta de crecimiento económico, aseguró ante la BBC que su prioridad desde que los laboristas llegaron al poder es "mantener la estabilidad económica y la disciplina fiscal".

"La gente debe saber que puede confiar en mí, confiarme su dinero, para gastar el dinero público con sensatez y manejar la economía para que los precios, la inflación, los impuestos y los intereses sean lo más bajos posible", afirmó.

Asimismo, aseguró que no es posible relajar el rigor fiscal, como muchos de sus colegas proponen para reforzar el estado de bienestar y los servicios públicos, dado que es necesario darle confianza al mercado. "Dependemos de que la gente compre deuda del gobierno para financiar lo que hacemos. Ojalá no fuese así, pero soy ministra en el mundo que tenemos, no el que queremos".

La canciller del Exchequer, primera mujer en ocupar el cargo en 800 años y primera laborista en una década y media, reconoció que ese objetivo "significa decir no a cosas y tomar decisiones difíciles, porque los ciudadanos serían los principales afectados si se pierde el control de las finanzas públicas".

La agencia Reuters, en tanto, reveló que Reeves también apeló a los críticos internos que quieren que se preocupe menos por el mercado de bonos y gaste más, alegando que están "peligrosamente equivocados". Describiendo un mundo signado por "la era de la inseguridad", Reeves sugirió que deberá que tomar más decisiones difíciles para elaborar el presupuesto de noviembre, aunque afirmó que no correrá "ningún riesgo".

Los laboristas se impusieron en las elecciones celebradas en julio de 2024 apoyados en una plataforma de confianza económica, después de que el anterior gobierno conservador dirigido por Liz Truss provocara un histórico desplome de los mercados debido a una serie de medidas sin financiación.

La economía de Reino Unido enfrenta un crecimiento moderado y una tasa de inflación creciente en el segundo semestre de este año. Un informe publicado por por Barclays hace una semana proyectó un crecimiento del PBI real de 1,2% en 2025 y de 1,3% en 2026. Asimismo, el banco estima que la inflación podría promediar este año el 3,4% antes de volver al objetivo del 2% para el segundo trimestre de 2026.

En ese marco, la confianza de los consumidores sigue siendo moderada, con el indicador GfK cayendo 2 puntos en septiembre.

Por su parte, el mercado laboral continúa debilitándose: el desempleo se sitúa actualmente en un 4,7% y se espera que alcance un máximo de 5,1% durante el tercer trimestre del próximo año. Las vacantes se mantienen en baja, con una relación por desempleado de 0,43, un nivel que está por debajo de lo que el Banco de Inglaterra estima como "tasa de equilibrio".

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