El Pentágono advirtió que el ISIS podría atacar Estados Unidos durante el año que viene y que cuenta con la capacidad para armarse en el corto plazo. El alerta fue emitido por un alto funcionario de la Secretaría de Defensa que usó como fuente un informe de inteligencia que supervisa los movimientos del ISIS y al-Qaeda.  

Se trata de una posibilidad de que ocurra un ataque en los próximos "seis a 12 meses", según lo informó el subsecretario de Defensa para la Política, Colin Kahl, quien también destacó que al-Qaeda podría reconstituirse y volver a actuar al cabo de uno o dos años. 

"Pudimos ver que el ISIS-K genera la capacidad de llevar a cabo un ataque" en ese lapso de tiempo, sostuvo Kahl este martes frente al Comité de los Servicios Armados del Senado. Un antecedente para emitir estas afirmaciones fue el ataque terrorista que mató a 13 personas del servicio estadounidense y más de 150 afganos a fines de agosto. Pero ese no fue el único; en más de una ocasión hubo ataques en mezquitas. 

 

 

A su vez, en septiembre Estados Unidos confundió a un trabajador sanitario que cargada bidones de agua en Kabul con un posible terrorista con explosivos; lo atacaron para reducirlo con un dron y murieron 10 personas, entre ellas siete niños.

Acorde a lo explicado, la estimación se trata de una reafirmación de lo que había dicho el Presidente del Estado Mayor Conjunto, Mark Milley, un mes atrás: "Es una posibilidad real en el futuro no muy lejano -6, 12, 18, 24, 26 meses- para que haya una reconstitución de al Qaeda o ISIS". Según indicó, las organizaciones terroristas "buscan espacios sin gobierno así pueden entrenar, equiparse y prosperar". 

En ese sentido, las teorías que sustentan estas evaluaciones apuntan a la retirada de Estados Unidos de Afganistán, después de 20 años, por lo que hay "claramente un posibilidad de que suceda más adelante". A raíz de eso, tienen mayor territorio para expendirse sin tanto control. 

 

 

 

ISIS en Afganistán

Según las cifras de Estados Unidos, el ISIS-K lanzó 77 ataques en los primeros cuatro meses de este año. Incluso en Afganistán, cerca de Kabul, seguidores del grupo terrorista fueron capturados y obligados a permanecer en prisión, que los Talibanes vaciaron cuando tomaron el control de la capital. 

"Hemos tenidos señales de que los Talibanes están al tanto de que Afganistan está siendo un trampolín para los ataques externos de al-Qaeda, no porque sean buenos muchachos sino porque le temen a la retribución internacional si eso sucede", señaló Kahl. 

Los Talibanes dijeron que han tomado cartas en el asunto contra el ISIS-K en Kabul y otros lugares de Afganistán, secuestrando armas y documentos relacionados con el terrorismo.