El plan de Trump para terminar la guerra entre Ucrania y Rusia
Trump, que inicia un nuevo período en la Casa Blanca el 20 de enero, reconocería las conquistas de Rusia, como punto principal de su iniciativa por la paz
Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, considera ceder a Rusia los territorios ucranianos ocupados hasta el momento como parte de su estrategia para resolver la guerra entre Ucrania y Rusia. Este plan incluiría la creación de una zona desmilitarizada similar a la existente entre las dos Coreas, además de exigir a Ucrania que abandone su intención de unirse a la OTAN al menos por veinte años, eliminando uno de los principales puntos de tensión.
El vicepresidente electo, JD Vance, anticipó hace tiempo algunos detalles de este plan en un podcast, donde subrayó la "buena relación" entre Trump y el presidente ruso, Vladimir Putin. Y en los últimos días, un informe del Wall Street Journal reveló que ese plan está siendo impulsado por múltiples asesores cercanos al presidente electo. Según el Journal, los asesores apoyan la creación de una zona desmilitarizada de 1500 kilómetros de extensión, que congelaría las actuales líneas del frente y permitiría a Rusia conservar las tierras que conquistó en batalla, un 20% del territorio de Ucrania.
FortalezaEl rol de Estados Unidos como articulador clave de la OTAN otorga a Trump margen de maniobra para llevar adelante esta iniciativa. Además, el presidente electo prometió en campaña que presionará a los aliados europeos para incrementar su gasto en Defensa, como lo hizo en su mandato anterior, cuando logró que se elevara al 2% del PIB. Esta vez, el objetivo sería alcanzar el 3 por ciento.
Trump y Vance han criticado duramente a la administración Biden por destinar millas de millones de dólares en ayuda militar a Ucrania. En junio, Trump llamó al presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, “el mejor vendedor de cualquier político”, tras su insistencia en solicitar más financiación estadounidense para el esfuerzo bélico.
La guerra entre Ucrania y Rusia, iniciada en febrero de 2022, tiene sus raíces en tensiones geopolíticas y estratégicas. Rusia justificó su invasión bajo el argumento de proteger a las poblaciones prorrusas en Donetsk y Lugansk, regiones que reconocieron como independientes antes del conflicto. Sin embargo, el trasfondo incluye el rechazo ruso al acercamiento de Ucrania a la Unión Europea y, especialmente, a la OTAN, lo que Moscú percibe como una amenaza a su influencia regional.
Desde 2014, cuando Rusia anexó Crimea tras un referéndum no reconocido internacionalmente, Ucrania reforzó sus lazos con Occidente, intensificando las fricciones con el Kremlin. Para justificar el ataque a Ucrania, en su momento Putin fue tajante, al referirse a lo que implicaba tener a un eventual socio de la OTAN tan cerca de Rusia: “¿Qué haría EE.UU. si yo enviara misiles nucleares a México, cerca de la frontera?”.
Impacto para la economía argentinaEl fin del conflicto tendría implicancias económicas globales con efectos mixtos para Argentina. La estabilización de los precios de commodities como el trigo podría afectar negativamente los ingresos por exportaciones, pero también abaratar insumos clave como los fertilizantes.
En el sector energético, la normalización de los precios del gas licuado aliviaría la balanza comercial argentina y reduciría los subsidios fiscales destinados al sector. Finalmente, el retorno de la estabilidad geopolítica global podría favorecer el ingreso de inversiones extranjeras a los mercados emergentes, beneficiando a Argentina si se implementan políticas internas alineadas con este contexto.