Faltan obreros y mecánicos: Ford expone la grieta oculta de la política industrial de Trump
Mientras Trump apuesta a una industria “Made in USA”, uno de los gigantes del sector advierte que sin trabajadores no habrá fábricas que alcancen a sostener ese sueño
El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca trajo consigo un giro de política económica: estímulos fiscales, créditos blandos y metas de relocalización industrial para reducir la dependencia de importaciones. La consigna es clara: producir más dentro de las fronteras de EEUU, para tener una industria “Made in USA”.
En Detroit, el CEO de Ford, Jim Farley, se mostró en sintonía con esa estrategia, pero lanzó un diagnóstico preocupante. “Habrá inflación. Estos proyectos tardarán el doble”, señaló en el Pro Accelerate Summit. Su advertencia apuntó a un obstáculo concreto: la falta de trabajadores calificados para sostener la ambición productiva.
La “economía esencial” sin relevoFarley definió como “economía esencial” a los sectores que hoy sostienen 12 billones de dólares del PBI y 95 millones de empleos: manufactura, energía, transporte, construcción y agricultura. Todos comparten el mismo problema: escasez de mano de obra.
Según las proyecciones de Ford, en pocos años EEUU enfrentará un déficit de 600.000 obreros fabriles, 500.000 trabajadores de la construcción y 400.000 técnicos automotrices. “¿Cómo vamos a relocalizar toda esta producción si no tenemos gente para trabajar allí?”, cuestionó el directivo.
La expansión de la inteligencia artificial refuerza la presión sobre el mercado laboral. Con un negocio estimado en 4,8 billones de dólares hacia 2033, los centros de datos requieren miles de técnicos e ingenieros que simplemente no existen en número suficiente.
La falta se refleja también en la vida cotidiana de los clientes. Farley reveló que en la red de concesionarios Ford “hay 6.000 boxes de reparación sin técnicos”, lo que prolonga las reparaciones hasta dos semanas.
Vocaciones que no lleganEn redes sociales, un usuario resumió el dilema: “La gente quiere hacer estos trabajos, pero simplemente no puede pagarlos”. La formación técnica implica endeudarse y los salarios de ingreso —entre 19 y 21 dólares la hora— resultan poco atractivos frente al esfuerzo que requiere capacitarse. Para Farley, el problema es cultural: la sociedad estadounidense dejó de ver la educación técnica como un camino de progreso.
La respuesta de la automotrizPara enfrentar esa carencia, Ford destinará más de 5 millones de dólares hasta 2026 a la apertura de 15 laboratorios de formación en Michigan y Tennessee. También se asoció con SkillsUSA para introducir programas de manufactura avanzada y mecánica en escuelas de distintos niveles.
Un frente más en medio de las turbulenciasEl déficit laboral se suma a otros desafíos industriales. Este año, Ford debió retirar del mercado más de un millón de vehículos por fallas en cámaras traseras y 115.000 pick-ups por defectos en la dirección. Al mismo tiempo, reforzó su política comercial con incentivos para vehículos eléctricos y créditos blandos en las F-150, apuntando a clientes con menor capacidad financiera.