En un movimiento que ha sorprendido a muchos, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha ordenado la retirada de la protección del Servicio Secreto a la exvicepresidenta Kamala Harris.

Esta decisión, confirmada por un portavoz de Harris a la cadena Fox News, se enmarca en una serie de medidas adoptadas por Trump desde su retorno al poder, destinadas a recortar gastos en la protección de antiguos altos cargos de la administración de Joe Biden.

La medida ha generado un debate sobre las implicaciones de seguridad y el trasfondo político de la misma.

La protección del Servicio Secreto es una prerrogativa que generalmente se extiende a exfuncionarios de alto rango, como vicepresidentes, para garantizar su seguridad tras dejar el cargo.

Sin embargo, Trump ha optado por eliminar esta protección para Harris, quien fue su contendiente en las elecciones de noviembre del año pasado. Esta decisión no solo tiene implicaciones de seguridad, sino que también podría interpretarse como un gesto político, dado el historial de rivalidad entre ambos líderes.

El contexto político en Estados Unidos sigue siendo tenso, y decisiones como esta no hacen más que avivar el debate sobre la polarización en el país.

La retirada de la protección a Harris podría ser vista como un intento de Trump de reafirmar su posición y reducir costos, pero también podría ser percibida como una represalia política. La comunidad internacional observa con atención estos movimientos, que podrían tener repercusiones en la percepción global de la política estadounidense.

Con información de Europa Press