Lagarde anticipa nuevas subas de tasas en Europa
La titular del Banco Central Europeo ratificó que la política de aumentos de tipos de interés seguirá hasta que la inflación del bloque llegue al 2% anual
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, dijo que "no hay pruebas claras" de que la inflación subyacente "haya tocado techo", y reiteró la intención del organismo de continuar con las subas de tipos de interés ante los elevados niveles de precios.
En su intervención ante la comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, la presidenta del BCE consideró que las presiones inflacionarias "siguen siendo elevadas". No obstante, calificó de "mejores" las cifras actuales, frente a los niveles de precios del 10% registrados en octubre del año pasado, y evidenció la incertidumbre sobre la rapidez con la que se producirá el descenso de los niveles de inflación del 6%, registrados en la eurozona en mayo, al objetivo del 2% marcado por el BCE.
"Debemos tomar las medidas necesarias para ello y lo haremos porque nos hemos comprometido con este objetivo del 2%", remarcó la economista. Precisamente con la suba de tasas el BCE busca hacer frente a los altos niveles de inflación subyacente, con la vista puesta en el Consejo de Gobierno que la entidad celebrará el próximo 15 de junio y en el que se prevé un nuevo aumento de los tipos de interés de 0,25 puntos, para llevar los tipos hasta el 4 por ciento.
La intención del BCE es que sus decisiones garanticen que "los tipos de interés oficiales se sitúen en niveles suficientemente restrictivos para lograr un retorno de la inflación al objetivo del 2% a mediano plazo, y se mantendrán en esos niveles durante el tiempo que sean necesario", sintetizó Lagarde.
Luego de confirmar un descenso de los precios de la energía y una moderación en el caso de los alimentos, la banquera puntualizó que "los asalariados recuperan parte del poder adquisitivo perdido por el alza de la inflación" y que algunos sectores empresariales han aumentado sus márgenes de beneficio gracias a los desajustes entre oferta y demanda y la "incertidumbre" derivada de una inflación "alta y volátil".
Al principio de su presentación la presidenta del BCE expuso que "el crecimiento en la zona euro estuvo a punto de estancarse a principios de 2023", sin embargo, la actividad está siendo "respaldada por la baja de los precios de la energía, el alivio de los cuellos de botella y el apoyo de la política fiscal a empresas y hogares". La demanda interna, sin embargo, continúa siendo débil, especialmente el consumo, señaló.
Crisis bancaria
En mayo, el Banco Central Europeo decidió subir los tipos de interés en 25 puntos básicos como parte de los esfuerzos emprendidos por el organismo de llevar los niveles de inflación a un rango del 2% a mediano plazo. En este sentido, Lagarde ha señalado que los últimos análisis del BCE indican que los efectos del endurecimiento de la política monetaria sobre la actividad real y la inflación "se intensifiquen en los próximos años".
Por otra parte, Lagarde explicó que la exposición del sistema financiero de la zona euro al sísmo que han sufrido el sector bancario estadounidense y suizo ha sido "limitada" aunque advirtió que los problemas de financiación y de calidad de los activos pueden tener repercusiones futuras sobre el sistema bancario de la zona euro.
La presidenta del BCE remarcó, a pedido de los eurodiputados, que la exposición de los bancos de la zona euro a las tensiones del sector bancario en otras regiones "ha sido limitada".