La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, aseguró que espera que los recortes en los tipos de interés se produzcan "en un plazo razonablemente corto",  a medida que la inflación continúa con su tendencia a la baja, aunque supeditó las bajas a que no se produzca ningún "gran shock" en el corto plazo.

"Sólo necesitamos generar un poco más de confianza en este proceso desinflacionario, pero si avanza según nuestras expectativas, si no tenemos un shock importante en el desarrollo, nos dirigimos hacia un momento en el que tendremos que moderar la política monetaria restrictiva", remarcó la banquera central en una entrevista con 'CNBC'.

Lagarde ratificó así que el organismo ve el inicio de la flexibilización monetaria atado al descenso de la inflación, y destacó que el proceso desinflacionario se mueve "de acuerdo" a las expectativas del BCE.

"Como dije, sujeto a que no se produzcan shocks adicionales, será hora de moderar la política monetaria restrictiva en un plazo razonablemente corto", reiteró la funcionaria.

Sin embargo, la presidenta del BCE aseguró que toda decisión dependerá de la evolución de los datos, por lo que la entidad no se compromete a seguir ninguna ruta concreta en su política monetaria.

"He sido muy clara al respecto y he dicho deliberadamente que no nos estamos comprometiendo previamente con ninguna senda de tipos. Existe una enorme incertidumbre, tenemos que estar atentos a esos acontecimientos, tenemos que mirar los datos, tenemos que sacar conclusiones de esos datos", insistió.

En lo que respecta a los precios, Lagarde estimó que los mayores riesgos al alza para la inflación se encuentran en los conflictos geopolíticos, que están impulsando los precios de materias primas como el petróleo y el oro.

"Todos los precios de las materias primas tienen un impacto y tenemos que estar extremadamente atentos a esos movimientos. Claramente, en la energía y en los alimentos, tiene un impacto directo y rápido", ha concluido.