La tensión en Oriente Medio alcanzó su punto más crítico en meses ante la posibilidad de una ofensiva israelí contra Irán. Aunque el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, negó que un ataque sea "inminente", no descartó la posibilidad de una acción militar. "Irán no puede tener un arma nuclear. Aparte de eso, quiero que tengan éxito, que sean extraordinarios. Los ayudaremos a alcanzar el éxito. Comerciaremos con ellos y haremos lo que sea necesario", declaró el mandatario.

Las declaraciones llegan en un momento de creciente hostilidad. Fuentes de seguridad iraníes aseguran que el país se encuentra en su "máximo nivel de preparación militar". La cadena CBS News, por su parte, citó a funcionarios estadounidenses que afirman que Israel está "totalmente listo" para lanzar una operación. Esto encendió las alarmas en Washington, que comenzó a evacuar personal diplomático de su embajada en Irak y activó comités de emergencia en otras sedes cercanas al alcance de los misiles iraníes.

La situación se agravó tras declaraciones del comandante de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, Hossein Salami, quien visitó esta semana la Primera Zona Naval de la Armada iraní. Allí aseguró que las fuerzas armadas están listas para responder "a cualquier escenario de amenaza", y destacó los avances en capacidades misilísticas y de drones para operar en combates navales de corto y largo alcance, informó RTenespañol.

En esa misma línea, un alto funcionario de seguridad iraní advirtió que cualquier agresión por parte de Estados Unidos o Israel recibirá una respuesta rápida e inesperada. "Si se nos impone un conflicto, todas las bases estadounidenses en la región están a nuestro alcance y las atacaremos con valentía en los países anfitriones", dijo el ministro de Defensa, Aziz Nasirzadeh.

En paralelo, el enviado especial de Trump para Oriente Medio, Steve Witkoff, mantiene la agenda de negociaciones con Irán. Tiene previsto participar en una sexta ronda de conversaciones que se celebrará el 15 de junio en Omán. Pese a la escalada militar, Washington apuesta a evitar una confrontación directa si aún queda margen para el diálogo.

En este sentido, la CNN informó que la Administración estadounidense está presionando a Israel para que los representantes del país hebreo no hablen de un posible ataque a Irán, por temor a que esto pueda frustrar las negociaciones. Como señala la cadena, esta cuestión refleja la creciente divergencia entre Trump y el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu sobre los problemas de la región y los pasos a seguir.

El conflicto se desarrolla en un contexto de creciente fragilidad diplomática. Las negociaciones sobre el programa nuclear iraní siguen estancadas, mientras Washington y Tel Aviv presionan por mayores garantías. La falta de avances concretos, sumada a los movimientos militares en la región, alimenta el riesgo de una confrontación directa que alteraría el equilibrio geopolítico en Medio Oriente y tendría consecuencias globales.