A pesar de que la pandemia de coronavirus no cede en territorio brasileño, el gobierno de Jair Bolsonaro  avanzará esta semana con su agenda de concesiones de infraestructura, a través de la oferta de activos viales y de saneamiento que deberían generar unos 40.000 millones de reales (7.310 millones de dólares) en inversiones.

"Las concesiones que se ofrecerán esta semana corresponden a contratos de más de 30 años, pero la mayoría de las inversiones se realizará en los primeros años, por lo que una vez que se anuncien los ganadores, las empresas interesadas en brindar servicios en estos segmentos deberán apresurarse a hacer sus ofertas", dijo al sitio BNamericas Frederico Araujo Turolla, experto en infraestructura de la consultora Pezco.

Aprovechando un cambio en la regulación que permite una mayor participación del sector privado, el estado de Río de Janeiro ofrecerá el viernes la concesión de saneamiento más grande del país.

Se espera que la subasta genere inversiones y derechos por 40.600 millones de reales. Del total, 30.000 millones son inversiones que deben ejecutarse durante el contrato a 35 años.

La concesión comprende cuatro bloques que cubren una población de 12 millones de personas en 35 municipios, que actualmente atiende la estatal Cedae.

Por otra parte, el Gobierno Federal ofrecerá el jueves una concesión por 850 kilómetros de la carretera federal BR-153/080/414/TO/GO entre las ciudades de Annapolis y Aliança do Tocantins.

La subasta del contrato a 35 años debiera traducirse en 8.460mn de reales en inversiones.

La vía es clave para el transporte de granos desde el la zona centro-oeste hasta las terminales portuarias del norte del país.

"Esta es una carretera que se encuentra en una región de demanda consolidada. Entonces, incluso si no tenemos muchas firmas interesadas en la subasta, el adjudicatario enfrentará un riesgo bajo en términos de demanda", explicó Turolla.

Operadores viales como CCR, Ecorodovias y Arteris son las empresas con más probabilidades de participar en el concurso.