Polémica en EEUU: el Pentágono expulsó a los principales medios de comunicación
El Departamento de Defensa de Estados Unidos retiró el acceso a la mayoría de los medios nacionales e internacionales a su sede, tras el repudio a sus nuevas normas de prensa
El Departamento de Defensa de Estados Unidos retiró el acceso a la mayoría de los medios nacionales e internacionales a su sede en Washington, luego del rechazo casi generalizado a sus nuevas normas de prensa. La medida, impulsada por el secretario Pete Hegseth —excomentarista de Fox News y designado por el presidente Donald Trump—, generó una ola de críticas por su impacto sobre la libertad de expresión y la transparencia institucional.
Anunciadas en septiembre, las nuevas reglas del Pentágono establecen severas restricciones al acceso físico de los periodistas, al uso de fuentes y a la solicitud de información pública. Incluso contemplan sanciones para quienes pidan datos sin autorización previa, aunque no se trate de material clasificado.
Éxodo de periodistas del Pentágono
Este miércoles, decenas de reporteros con décadas de trayectoria en la cobertura del Departamento de Defensa abandonaron sus oficinas y entregaron sus credenciales en señal de protesta. Entre los medios que se negaron a firmar las nuevas condiciones figuran The New York Times, The Washington Post, Reuters, Associated Press, Politico, CNN, ABC, CBS, NBC, Fox News, The Guardian, Financial Times y The Wall Street Journal, entre otros.
El único medio que aceptó los nuevos términos fue One America News Network, una cadena ultraconservadora con vínculos cercanos al entorno de Trump.
Con esta salida masiva, por primera vez desde la presidencia de Dwight Eisenhower, el Pentágono se queda sin la presencia permanente de los principales medios del país. Aun así, la mayoría de los periodistas confirmó que continuará cubriendo las actividades del Departamento de Defensa desde el exterior, sin acceso a sus dependencias.
Repudio generalizado
La Asociación de Prensa del Pentágono, que reúne a más de un centenar de profesionales de 56 medios, denunció que la nueva política “criminaliza la información sobre seguridad nacional” y expone a los periodistas a posibles sanciones penales. En un comunicado, advirtió que la decisión del Departamento de Defensa “debilita el compromiso de Estados Unidos con la transparencia, la rendición de cuentas y la libertad de prensa”.
Pese a las críticas, incluso desde medios tradicionalmente afines, el presidente Donald Trump respaldó a Hegseth y defendió la medida, asegurando que “la prensa es muy deshonesta” y que le “molesta” la presencia de periodistas haciendo preguntas al personal militar.
La nueva política, que formalmente no prohíbe investigar o publicar información sobre el Ejército, permite sin embargo que los reporteros sean considerados “un riesgo para la seguridad nacional” con solo solicitar datos sensibles. Todo esto ocurre en un contexto en el que el Pentágono ya había reducido sus ruedas de prensa y la publicación de reportes detallados sobre operaciones militares.