Rusia y Estados Unidos: las claves del tratado de armas nucleares que quedó en suspenso
El presidente Vladimir Putin anunció que suspenderá la participación del país en el START III que establece un límite en el uso de armas nucleares. Punto por punto, cuáles son las claves del tratado
El presidente ruso Vladimir Putin anunció este martes durante el discurso anual ante las dos Cámaras del Parlamento que suspenderá la participación del país en el tratado START III de Reducción de Armas Nucleares Estratégicas de Rusia y Estados Unidos, pero que "no sale del acuerdo", entre otras medidas. El objetivo es aumentar el uso de armas ojivas nucleares en la invasión a Ucrania.
A pocos días de cumplirse un año de la guerra, Putin acusó a las potencias occidentales de buscar convertir el conflicto bélico en un escenario de "confrontación global" Federal y calificó de "un teatro de absurdo" los llamamientos de la OTAN a que su país "vuelva a cumplir" con el tratado y permita que los expertos occidentales inspeccionen las instalaciones militares y nucleares rusas en la actual situación de enfrenamiento.
Rusia ya había anunciado a principios de agosto pasado la suspensión de los monitoreos estadounidenses en sus instalaciones militares alegando que Estados Unidos obstaculizaba las visitas a sus propias instalaciones, lo que Washington negó, y pospuso las conversaciones sobre el tratado.
En este marco indicó que "Estados Unidos no es la única potencia nuclear", además de que "Francia y Gran Bretaña también tienen arsenales nucleares, los están perfeccionando, modernizando y apuntando contra nosotros".
Punto por punto, cuáles son las claves del acuerdo de desarme nuclear de Rusia y EEUU- El acuerdo, que entró en vigor en 2011, forma parte del impulso para "restablecer" los lazos entre EEUU y Rusia. A pesar de que ambas partes cruzaron críticas en estos últimos años, durante el comienzo del Gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, acordaron técnicamente prolongar estos compromisos hasta febrero de 2026.
- Establece un límite más ambicioso que el de acuerdos anteriores: obliga a EEUU y a Rusia a tener un máximo de 1.550 ojivas nucleares desplegadas cada uno, lo que supone un recorte de cerca del 30% respecto al límite establecido en 2002, y un máximo de 800 lanzadores y bombarderos. Estas cifras son, sin embargo, suficientes para destruir el mundo varias veces.
- Contempla garantías en materia de inspecciones y transparencia, en la medida en que cada una de las dos potencias firmantes necesita tener claro que la otra está cumpliendo su parte.
- La invasión rusa de Ucrania hace un año supuso un duro golpe para el tratado: en agosto de 2022, Rusia anunció la suspensión de las inspecciones estadounidenses de sus instalaciones militares, alegando que Estados Unidos obstaculizaba las visitas a sus propias instalaciones, lo que Washington negó, y pospuso las conversaciones sobre el tratado.
- El Nuevo START es el último acuerdo de control de armas posterior a la Guerra Fría en vigor entre Rusia y EEUU, luego de que en 2019 rompieran el histórico tratado sobre Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF) de 1989, que limitaba el uso de misiles de medio alcance, tanto convencionales como nucleares.
Si bien hubo acuerdos menos ambiciosos en la historia de la relación diplomática entre ambos países, como el ABM en 1972, los acuerdos SALT en 1972 y 1979, INF en 1987 y FACE en 1990, existen dos versiones anteriores al Tratado de Reducción de Armas Estratégicas.
La primera fue firmada por el presidente estadounidense George Bush padre y el mandatario de la por entonces Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov, el 31 de julio de 1991. Este pacto limitaba el uso de las cabezas nucleares de ambos países a seis mil y sus bombarderos estratédicos y misiles balísticos a 1600.
El START II también fue firmada por Bush padre, pero esta vez junto al presidente ruso Boris Yeltsin, el 3 de enero de 1993. En el 2003 entró en vigor el tratado SORT en reemplazo de esta segunda versión.
En aquel tratado ambas partes se comprometieron a abandonar las líneas generales del anterior documento que establecía una limitación específica del número de misiles. En su lugar se comprometieron a recortar unilateralmente la cantidad de cabezas nucleares hasta un tope entre 1.700 y 2.200 cabezas para cada país en 2012.
El START III o Nuevo START, firmado por Obama y Medvédev, está vigente desde febrero de 2011. El acuerdo fue prorrogado en 2021 por Joe Biden y Vladimir Putin y se iba a extender hasta 2026.