Trump enfrenta su peor imagen económica y enciende alertas rumbo a las elecciones
Inflación, aranceles y gasto público derrumban la imagen positiva del presidente estadounidense en su segundo mandato
Donald Trump atraviesa el momento más adverso en términos de percepción pública sobre su manejo de la economía desde que regresó a la Casa Blanca. Así lo indica la más reciente Encuesta Económica All-America de CNBC, que revela un marcado giro hacia el pesimismo por parte de los ciudadanos estadounidenses.
El estudio, realizado entre el 9 y el 13 de abril con una muestra representativa de 1.000 personas, muestra que solo el 43% aprueba la gestión económica de Trump, frente a un 55% que la desaprueba. Este resultado representa el peor balance neto económico de su presidencia y marca la primera vez que recibe cifras negativas en esta área según los registros históricos de la propia CNBC.
Los datos, que llegan a pocos meses de las elecciones legislativas, contradicen la narrativa de recuperación económica que intentó instalar la administración tras su reelección.
Aunque los votantes republicanos mantienen su respaldo, el desgaste en sectores clave resulta notorio. Entre los votantes independientes, la desaprobación económica creció 23 puntos porcentuales, mientras que los trabajadores manuales —pilar de su coalición— aumentaron su rechazo en 14 puntos respecto a su primer mandato.
Los demócratas, en tanto, expresan una desaprobación neta de -90 puntos en materia económica, lo que profundiza aún más la polarización.
“Donald Trump fue reelegido específicamente para mejorar la economía y, hasta ahora, a la gente no le gusta lo que está viendo”, resume Jay Campbell, de Hart Associates, consultora que colabora con el canal financiero.
Inflación, gasto y aranceles
La inflación se consolida como el aspecto más negativo de la gestión. Un 60% de los encuestados desaprueba el accionar del presidente en este frente, mientras solo un 37% lo respalda. Incluso entre los republicanos, este es el punto más débil: 58% de aprobación neta.
En paralelo, el 57% de los encuestados cree que Estados Unidos ya está en recesión o ingresará pronto, una suba de 17 puntos respecto a marzo. Y el 51% rechaza el manejo del gasto público, otro de los ejes que Trump había prometido racionalizar.
La política comercial tampoco escapa al desgaste. Un 49% rechaza los aranceles generalizados, frente a un 35% que los respalda. Aunque los republicanos aún sostienen una aprobación neta de 59 puntos, esa cifra está 20 puntos por debajo de la aprobación general que tiene el mandatario entre sus propios votantes.
El dato más preocupante para su equipo económico es que incluso sectores afines perciben que los aranceles perjudican la economía, elevan la inflación y afectan a los trabajadores locales.
Inmigración
El pesimismo sobre el rumbo económico domina la percepción: el 49% cree que la situación empeorará en los próximos doce meses. Entre los demócratas, esa cifra trepa al 83%, y entre los independientes, al 54%. Solo los republicanos mantienen el optimismo, con un 76% que confía en mejoras.
En el frente externo, la gestión de Trump también encuentra resistencia. Un 53% desaprueba su política internacional, y solo el 42% la aprueba. Las relaciones con los aliados tradicionales —como Canadá, México, la Unión Europea y Japón— son vistas por la mayoría como oportunidades económicas, en contraste con la retórica confrontativa de la administración. Solo China continúa siendo percibida como una amenaza por el 44% de los consultados.
En un contexto adverso, la inmigración aparece como la única política con saldo positivo. El 53% aprueba el manejo de la frontera sur y el 52% respalda las medidas de deportación. Este tema le permite conservar apoyo entre independientes y ganar terreno incluso entre votantes demócratas, con un 22% de aprobación en ese segmento.
Mercado a la baja
El mercado bursátil, uno de los pilares tradicionales del discurso económico republicano, también muestra señales de alarma. El 53% de los encuestados considera que es un mal momento para invertir, el peor nivel desde 2023, y apenas el 38% sostiene lo contrario.
Pese a los malos indicadores, la caída de Trump no se traduce aún en un crecimiento claro de la oposición. La intención de voto para el Congreso se mantiene prácticamente sin cambios: 48% para los demócratas y 46% para los republicanos, un empate técnico que refleja el estancamiento del tablero político.
En ese marco, el deterioro económico amenaza con socavar uno de los pilares centrales de la reelección del presidente. Con su base aún fiel pero los sectores moderados en alerta, el futuro político de Trump dependerá de su capacidad para revertir la percepción de una economía en retroceso.