El aroma del café más caro del mundo no proviene de sus granos, sino del paquete de compensación que Starbucks otorgó a su nuevo CEO, Brian Niccol, quien en apenas cuatro meses de gestión se convirtió en uno de los ejecutivos mejor pagados de Estados Unidos.

Niccol, reclutado de Chipotle Mexican Grill para revitalizar la cadena de cafeterías tras una serie de caídas en ventas, obtuvo USD 96 millones en 2024. Según un documento presentado ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC por sus siglas en inglés), el 94 % de su remuneración está compuesto por acciones, en su mayoría vinculadas a metas de desempeño y el resto basadas en tiempo, con un período de consolidación de tres años.

El ejecutivo también recibió un bono de USD 5 millones apenas cumplido su primer mes en Starbucks, sin necesidad de mudarse a Seattle, donde está la sede de la empresa. En su lugar, la compañía cubrió gastos de vivienda temporal que ascendieron a más de USD 143.000, de los cuales cerca de la mitad se destinaron a impuestos.

El uso del jet corporativo no se quedó atrás: Starbucks reportó gastos de USD 72.000 en vuelos entre la residencia de Niccol, en el sur de California, y Seattle, además de USD 19.000 en viajes personales.

Niccol figura entre los 20 CEOs mejor pagados, según el índice Bloomberg Pay. Al asumir el cargo, se le otorgó un paquete valuado en USD 113 millones, diseñado para compensar las acciones que debió abandonar en su anterior empleo. Starbucks lo describió como un “líder altamente demandado y efectivo” con la capacidad para impulsar el crecimiento de la compañía.

Si bien las cifras pueden parecer desorbitantes, reflejan la creciente tendencia de las grandes corporaciones a ofrecer contratos fastuosos para atraer talento.