El sector formal de la indumentaria tuvo una caída en las ventas del 10%
Y el sector informal bajó un 30%, estiman en la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria
La producción de indumentaria argentina atravesó entre 2018 y 2019 dos de sus peores años. Luego de pasar la pandemia empezó a recuperarse pero este año, comenzó un declive en las ventas. Desde la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI) hacen un balance del año y enumeran propuestas para impulsar el sector.
En Argentina existen 2.800 empresas formales de indumentaria, sin contar el sector informal. Toda la cadena textil, indumentaria y de calzado lo que se conoce como la industria de la moda da trabajo a un millón de personas si se contempla desde la cosecha de algodón hasta la vendedora de un shopping.
Remontar lo sucedido entre 2018 y 2019 no fue fácil. La fuerte crisis económica, la caída del consumo, devaluación e inflación y una fuerte caída del PBI impactó con fuerte pérdida de puestos de trabajo y cerraron talleres. Tras la pandemia, las ventas de indumentaria repuntaron en 2021 y 2022, mostrando una clara recuperación del sector. En 2023 se desaceleró el consumo, la gente ante la incertidumbre retacea el consumo. Este año el sector formal de la indumentaria cayó un 10% en venta de unidades y el informal bajó un 30% en unidades, lo que conocemos como La Salada y las distintas ‘saladitas’.
Desde la Cámara advierten que el sector de la confección de moda representa una alternativa muy importante para subsanar uno de los problemas estructurales que es la generación de empleo, por ser uno de los que más mano de obra intensiva tiene. “No hay robots que hagan solos una prenda en ninguna parte del mundo, es una industria muy atractiva para un país que necesita que crezca el empleo”, señalan desde la CIAI.
Desde la cámara piden un régimen especial que convierta a los planes sociales en capacitación e incorporación al mundo laboral formal. Y apoyo irrestricto a las Pymes argentinas que son el 90% de los generadores de empleo. También capital para la incorporación de tecnología, los conceptos de industria 4.0 y una agenda que contemple el aumento de la productividad y la competitividad.