A la hora de considerar la pauta salarial 2022 desde el Centro de Estudios Metropolitanos (CEM) reseñaron en que más allá de porcentajes estimados de negociación corresponde evitar la dinámica de trazar mejoras de convenios de salarios sobre pronósticos de inflación "irreales" como sucedió el año pasado.

"Repetir el esquema: pronóstico de inflación irreal para justificar paritarias moderadas y después reabrir las negociaciones, ante la evidencia de los datos, no es un camino compatible con el objetivo de tener una aumento en el poder adquisitivo de los salarios", le explicó a BAE Negocios Matías Barroetaveña, titular del CEM, el consorcio de cooperación que componen la Universidad Nacional Arturo Jauretche, la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo y la Universidad Nacional de Hurlingham.

El rango de negociación paritaria del corriente cuenta con las estimaciones empresarias privadas, sindicales e incluso de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav) que ya coincidieron en trazar una franja que va desde el 45% al 50%. Una gama que, como publicó este medio, asume la etiqueta "de dominio público" e incluye al Gobierno. "Acuerdos largos y con cláusula de revisión reiteran escuetmente en el ministerio de Trabajo a cargo de Claudio Moroni.

Barroetaveña, si bien se excusó de expresar un porcentaje en concreto, consideró que "se hace difícil aventurar un número, pero sí es apreciable considerar la importancia de un acuerdo general de precios y salarios con perspectiva de mediano plazo que permitiría pensar en una baja de inflación para este año que comienza. Sino el piso de la paritaria deberá estar por encima de ese registro inflacionario".

En cuanto a acuerdos de mejora de sueldos por encima del incremento sostenido de precios el experto en Recursos Humanos Matías Ghidini había considerado que, desde esa premisa, los empleadores que liquidan salarios a personal fuera de convenio estiman la franja del 45/50% en sus presupuestos para el corriente e incluso consideró que las negociaciones del personal conveniado estarán por la misma senda de puntos.

Barroetaveña destacó que la pauta paritaria 2021 "dejó en claro una vez más, que no son los salarios los responsables de la inflación. El intento de utilizarlos como ancla inflacionaria encontró como respuesta a un sector empresario ansioso por recuperar lo perdido en la pandemia".

De la mano de la suba de contagios de coronavirus, la incidencia en el ausentismo por dicha enfermedad como también lo impredecible de su evolución en el país y en el mundo, el responsable del CEM estimó necesario tomar en cuenta los datos duros que hacen al mundo del trabajo. "Debemos considerar el alto nivel de concentración de la economía, de los insumos difundidos y el aumento internacional del precio de combustibles y granos, léase una inflación importada. Como consecuencia de este combo cerramos 2021 sin haber recuperado la totalidad de los puestos de trabajo perdidos durante la pandemia, y con un esquema de informalidad y precariedad similar al dejado por el macrismo", sustanció.

En efecto, los últimos datos que difundió el ministerio de Trabajo de la Nación precisaron que el 78% de los puestos de labor perdidos en la Crisis Covid-19 se habían recuperado a partir de los datos que ofreció la cartera laboral.

Las perspectivas de un 2022 con la recuperación de trabajo y salarios sostenida desde la energía de las manufacturas y algunas áreas de actividad como el rubro gastronómico alientan mejores vientos para el año en curso según amplió el titular del CEM.

"En esta realidad, con tasas de crecimiento de nuestra economía muy superiores a las pronosticadas por economistas y consultoras, los trabajadores y trabajadoras recién lograron ganarle a la inflación sobre el final del año pasado. Como también muy lejos de recuperar lo perdido de 2015 a 2019 y también de lo perdido en la pandemia", sostuvo el especialista.